jueves, septiembre 30, 2010

Cola de paja. La buena del día.

Almacén naturista. Olor particular a hierbas y sahumerios.
La vendedora los ve entrar y empieza a ordenar el mostrador. Ellos entran hablando, mirando los estantes y los paquetes, y las legumbres y todo. Ella, morocha, de pelo corto, parece que es quien dirige la batuta. El, bajo un Montgomery azul, el bigote tupido y los gruesos antejos, esconde el misterio que la descoloca un poco… bastante.

-Hola buen día- dice la vendedora con su mejor sonrisa. Es una filosofía que arrastra desde la adolescencia, esa de la sonrisa… no es una estrategia.
-Hola buen día- dice ella- Quería pregunta por la cola de quirquincho… ¿qué es? ¿para qué sirve?
-Sí, ya te muestro- dice la empleada mientras busca en el estante el frasquito equivocado- viene líquido con miel… pero no sé si quedó porque no lo veo- miente. No por maldad, por ignorancia. Siempre le pasa, quiere vender el producto equivocado- Creo que sirve para las vías respiratorias, para el pulmón, los bronquios- Inventa, por lo de la miel.
-Ah, ¿y…? ¿así solo viene? ¿No viene en hierba… o en pastillas…?
Mientras pregunta, la joven vendedora se va a consultar con su compañero sobre la cola de quirquincho.
-Ah, así queda nomás, en tintura- dice al regresar encontrando lo pedido y descubriendo su equivocación.
-Ah, en gotitas… con miel…
-No, este es sin miel… me confundí yo. El que viene con miel es cola de carpincho.
-Ah… carpincho… y este es quirquincho… ¿y yo que pedí al principio?- le pegunta al chico ya desorientada.
-No sé, terminaba en “… incho”- dice él y la vendedora descubre que el chico tiene una voz muy dulce y llena de paz, y que tiene muchos menos años de los que se escondían tras el abrigo. Le sonríe.
-Sí son parecidos, yo me confundí.
-¿Y este de quirquincho para qué sirve?- insiste ella- porque me mandaron a preguntar.
La vendedora busca un sinónimo más agradable al que leyó en las indicaciones, porque es su deber decirlo en voz alta y contestar la pregunta. Entonces, inventa rápido un camino alternativo a “impotencia sexual”- Es un energizante sexual- Se escucha decir triunfante, aunque empieza a transpirar.
Un momento de silencio, menos de una milésima de segundo… los tres se miran hasta que ella saca de la manga la frase que los deja más cómodos a todos.
-Ah, con razón me lo habrá pedido Rafael.
La vendedora no puede evitar la risa.
La de pelo corto escribe un mensaje de texto, mientras el chico pide almohaditas rellenas de frutilla.
La empleada las embolsa con ternura y le cobra los seis pesos- Gracias, hasta luego.
-Gracias… y disculpá la preguntas de mi hermana…- dice él. La de pelo corto sigue con el celular.
Ellos se van y la vendedora se queda soñando entre la avena y el centeno.

miércoles, septiembre 29, 2010

Huésped inmundodeprimido.

Vete olor a muerte,

Llegas por las noches

Infiltrándote entre las rendijas,

Ocupas el espacio,

Y me llenas de dolor.

Vete olor a muerte,

Si no vienes a llevarme,

No me vengas a buscar.

Vete olor a muerte,

Te despido

Y no puedo sacarte de adentro,

Y si abro las ventanas

importa poco si el aire se detiene.

Los puños cerrados

Arrugan las sabanas.

Y me doblo, así es mejor,

No sé si pienso,

Naturalmente lo hago.

Vete olor a muerte,

Invades el lugar.

Me preguntas qué me duele,

¿Respirar?

No, no es eso.

Es presenciar como me vence.

No poder hacerlo.

Me guiñas el ojo.

Vivimos aún,

Incluye el silencio de,

Cada suspiro,

Es un paso hacia la muerte.

Vete fragancia fatal,

Tu óleo o tus especias,

Acaban por enfermarme.

Soy débil, si

Incluso un ácaro me puede matar.

Más no caigo, no

Mi lucha, es mi aire.

Yo no soy poeta;

Septiembre no me mato.


Son tan patéticos mis intentos de poesía...

martes, septiembre 28, 2010

Ojalá que no nunca.

Ojalá que no tengas Rosa,
más dolor que tus propias espinas.
Ojalá que no entre Rosa,
insecto alguno a tu casita de cristal.
Ojalá que el Principito te riegue
siempre con algua del manantial.
Ojalá que no tengas Rosa,
que sentir nunca el dolor de una úlcera pudriéndonos la piel.
Ojalá que no tengas Rosa,
que sentir nunca el dolor de saber que el otoño seca las hojas.
Ojalá que no tengas Rosa,
que sentir nunca la soledad,
cuando se vayan los bracitos para el injerto.
Ojalá que no tengas Rosa,
que sentir nunca la traición
cuando la china se lleve todas las miradas.
Ojalá que no tengas Rosa,
que sentir nunca el vacío de mis primaveras robadas.
Ojalá que no tengas Rosa,
que ver nunca
mis lágrimas,
mis temores,
estas heridas.
Ojalá que no tengas Rosa,
que respirar nunca fuera de tu frasquito,
porque puede que el viento deje de soplar.
Ojalá que no tengas Rosa,
que sentir nunca esto que yo.
Ojalá que no Rosa,
caiga en vos esta realidad,
porque estoy cansada y no sé si podría soportar más aún tu dolor,
ni sería capaz de sostenerte.
Ojalá Rosa, que no tengas nunca más dolor que el tuyo mismito.
Ojalá Rosa, que sea así.
Ojalá Rosa... nunca sepas lo que mi opresión oculta.
Ojalá no tengas Rosa,
más dolor que el de tus propias espinas.

sábado, septiembre 25, 2010

Voces y convicciones.

Para Nicol, de Melgui.

Su voz sonaba tan fuerte y segura que se dejaron de oír las palabras. Ya no eran simples palabras de un discurso. No eran las ordinarias, patrimonio de la humanidad, masitas dulces que cogemos de frascos universales.

El mensaje era suyo, porque tenía su voz, un gusto especial. Único e irreproducible.

Entonces, de lo más superfluo, colgamos de un tubo este presente indescifrable que amamos y tememos. Y supongo que para siempre- Así como de la nada surgió esa comodidad de estar con vos y leerme en tus cartas- vamos a estar unidas por algo más aunque los cables no lleguen para la comunicación.

Porque ahora y creo, desde siempre, mis palabras fueron tus palabras. Este diálogo entre ambas- aunque fuese tácito- es de las dos. Ni mío ni tuyo. O todo o nada. Por eso cuando vos cantás la justa, no me queda otro remedio que asentir con la cabeza, y cuando vos me decís te quiero mucho, la puta madre, lo único que puedo hacer es decirte: Yo también. Porque es así. Y por eso me da bronca. Porque soy demasiado estúpida me quedo en silencio o largo una risita nerviosa, porque me avergüenzo de mí. Porque claro, siempre merecés algo más.

Y a veces pienso que si en algo nos parecemos no puede ser eso: Si crecimos juntas ¿no podemos también soñar lo mismo? Yo lo supongo, como con olfato perruno, pero ella es mucho más sensata que yo, no se animaría a delirar con cambiar al mundo. O sí.

Persé o pernó, lo que sea, caminamos juntas y volamos bastante también. Que te quiero tanto amiga bolchevique. Que podrás cantar como un zorzal, pero en el fondo yo sé que sos una leonina.

martes, septiembre 21, 2010

Salida de emergencia.

Un día, sólo un día,
Él las mira con pena,
Se confunde con asco.
Poco tiempo, piensa, pobres
La condena, diagnóstico, fatalidad.
Ellas lo miran, hermosas,
Revolotean por los aires,
Felices desde el sol
a la luna.
Es su vida, lo que dure.
Lo miran y les da pena,
Tantos años, piensan, pobre.
Nos humillan con su tiempo
Nos deslumbran con su danza,
Nos encantan sus colores.
Vuelan locas, sedientas
Del líquido blanco
Vivo, con muerte,
pedacitos coleando,
latigazo al empuje.
Vueltas y vueltas,
Buscan, desean ser vistas.
Hasta la última gota de luz,
Viven despiertas, soñando.
El puto virus, espera,
Parir la enfermedad rosa,
El cólera de dios homofóbico.
Escapan a la muerte y también a la vida.
Salida de emergencia, secreta.
La puerta roja, sendero verde.
Escriben sus versos en el cielo.
Las poetas que arpean
Otra realidad.

jueves, septiembre 16, 2010

¡Qué falta de respeto los minutos de silencio!
Me indignan.

martes, septiembre 14, 2010

Comportate Lalita, no te sacamos más.

Esta foto me hace recordar el cuento con que abre la chuéblin "El núcleo del disturbio"
Yo a la sombra de Coca y Mandarina (Cuento, próximamente)

Atrás, la cara del tipo que tocaba el bandoneón.

lunes, septiembre 06, 2010

Días de humedad.

(Foto de Aka Louis)

Días de humedad,

Suena Otro jueves cobarde.

Días de humedad,

Odio mi pelo inflado.

Días de humedad,

Algún día tengo que bañar a los perros.

Días de humedad,

No te banco Confesore.

Días de humedad,

LPM! ¿Por qué no llueve de una vez?

Días de humedad,

¿Tenés un protector diario?

Días de humedad,

Café fuerte, con azúcar.

Días de humedad,

Salí, me duele la cabeza.

Días de humedad,

Qué paja levantarse.

Días de humedad,

Bostezo infinito.

Días de humedad,

Me gusta escuchar la canción de Nino en el tren.

Días de humedad,

Mejor no ser asmático.

Días de humedad,

Duele ver el cielo.

Días de humedad,

Duelen las articulaciones,
Días de humedad,

Abren cicatrices.

Días de humedad,

Sólo Soledad, Victoria está de viaje.

Días de humedad,

Superalos. Duele crecer.

Días de humedad,

No son eternos, tranquila.

Días de humedad,

Y mañana o pasado saldrá el sol.