domingo, octubre 31, 2010

Mauricio Montiel Figueiras.

IREBOKURO (FRAGMENTOS)
http://www.big-sur.com.ar/arte-texto/texto-arte.php?Id=55&t=IREBOKURO%20%28FRAGMENTOS%29&a=MAURICIO%20MONTIEL%20FIGUEIRAS&Id_a=186

HOLDEN CAULFIELD

[I]

Soy el disparo

que ahuyenta a los patos

de Central Park South

para que dejen solos

a los peces que hibernan en invierno:

recuerdos congelados

en el lago blanco de la memoria.

Soy el guante de beisbol

que la vida

se calza

en la mano izquierda

para lanzar

palabras escritas

con tinta verde

desde un promontorio vacío.

Soy la gorra color sangre

diseñada para el cazador

que aguarda

entre el murmullo del centeno

a que se revelen cuidadosamente

los ecos de la infancia perdida.

jueves, octubre 21, 2010

Maitena es poesía.

La semana que viene
cuando salga el sol
va a salir la tortuga
Porque ahora es de noche,
no está, se escondió,
está durmiendo.

Maitena, 3 años hoy.
(*tortuga suena a turtula, se le hace la voz grave,
y durmiendo también se oye raro)


Maite-hime, feliz cumpleaños.
Te ama, tu madrina.

sábado, octubre 16, 2010

Sr. Yoriko

(Sí, tengo un ojo super más chico que el otro)
Que genial el día de la madre... buen invento comerciante. Mi vieja es lo mejor y siempre se merece lo mejor. Todos los días, cada segundo. Pero si no fuese por este día, lo más probable es que nunca llegase a gastar tanta plata para un regalo. Sí soy super rata, soy Puán, no como para comprarme libros.
El otro día, iba en el Roca, y pasó una chica entregando una revistita que decía "Poemas para mamá". Al principio, me dio tristeza... porque pensé que nadie lo iba a comprar. No. De verdad que pensé en mi eguito, que nunca jamás se me hubiese ocurrido regalarle algo así. Porque claro, los poemas más lindos se los hago yo. Y me enquivoqué. En todo. El chico que estaba adelante mío, le dio $2 y empezó a leerlo. Y yo nunca pude hacerle un poema digno de ella.
Porque no existe poesía digna de mi vieja. Todas las palabras terrestres, celestiales, incluso subversivas, son sucias.
Y me di cuenta, que nunca iba a poder escribirle un poema que le correspondiera.
Excepto lo más puro. El poema digno de mi vieja, son los hijos que voy a parir. Todo lo que salga de mí que la haga feliz. Y por supuesto, voy a dejar que disfrute. Porque es lo más extraordinario que existe. Y cada día es suyo. Y lo mejor, se lo dedico. ¿Los poetas sufren, dijiste? ¿Y quienes sufren pariendo la felicidad?
Te amo vieja, quizá tanto como amo a tu vieja.
¿Viste? No hay centímetros que nos separen.
Buena vida al señor Yoriko!
Gracias. Hablo por mí. Sos, por siempre mi orgullo y mi alma. Sé quien sos y me resbala por el esfinter lo que puedan llegar a decir de vos.
Si hablás mal de Mata, disculpame, pero voy a tener que bardear a tu esposo. Es lo último que aclaro.
Salud Má!

jueves, octubre 14, 2010

Por qué escriboiría… Sparring.

Texto afanado de laboratorioescrituraasunzion.blogspot.com
pasen y vean como se zarpan los hermanos.

Quisiera agarrarme a trompadas con la escritura.
Que me duela.
Tomarla como compañera y entrenarme con ella para el oficio de la necesaria.

Me encantaría, es cierto, darle golpes bajos, y que le duela. Si la hago hombre uno que otro golpe en sus huevos. Saber de sus gritos, escuchar cómo son los gritos cuando le duelen los huevos a la escritura.
Nunca la dejaría sin aliento, no por lo menos ahora en que necesito precisamente de su aliento.

Como buena compañera ella me daría sus golpes en mis riñones. Me dolerían las tripas, las entrañas… el vientre! Justo ahí desde donde se sufre el mundo que perece y se da vida entrelazada.
Quisiera que con su izquierda me propine ese dolor tantas veces experimentado en mis hermanas y hermanos poetas cuando escriben “hambre”. (Para que si llegase a escribir, alguna vez, la palabra hambre, nunca nunca se me olvide y siempre tenga presente, que en esa palabra hay dolor de muchos. Como ahora mismo. Porque, precisamente, si quiero aprender con ella, es para que si alguna vez tenga que escribir “desaparecidos”, me enseñe la forma de la manera en cómo hacerlo sin decir, sin escribir, al mismo tiempo ¡Presentes! Que lo están).

Quiero dolerle yo su cosa, es cierto. Pero que quede claro también por qué.
A veces la veo tan envuelta en peleas, guerreando con la dominante, a escupitajos con la hegemónica, que la ilusión es contribuir pa la batalla en la que se encuentra, porque la lucha suya también es Revolución!

Entre nosotras no habría esto de vencedores-vencidos. Es otro nuestro oponente principal. Antes de empezar, haríamos calentamiento, y por eso les expropiaríamos algunas frases y construiríamos con ellas un saco más que de arena de polvo. El saco lo llenaríamos con frases como los pobres son pobres porque no quieren trabajar, todos los campesinos son haraganes, los indios deben desaparecer, pero sobre todo juntaríamos lo más que pudiésemos esa frase que tanto abunda en cartelitos, los diarios, las tranqueras, en los alambrados: propiedad privada.

Esas, las más fáciles pero al mismo tiempo las más duras, son con las que haríamos calentamiento, para que nuestro puño cerrado se haga más fuerte a la hora de los golpes con el Kapital.

Después de tanto sudor y sangre, nos tomaríamos ducha de relajar, e iríamos a tomar cerveza en algún que otro bar.

Salud!

lunes, octubre 11, 2010


En nuestra vida real siempre fuimos decadentes tuvimos la libertad
apretada entre los dientes alguien cantó no va más...
Clonazepán y circo. Calamaro.

Mi aliento es etílico,

Mi andar es -intentar- no caer,

Llegar al baño y no dormirme en el inodoro.

Mi pelo hinflado de humo,

Delineado de mis ojos esfumado, corrido.

No sirve de nada arreglarme frente al espejo.

Soy demasiado feliz viendo que

Pochita me espera en un rincón,

Y que al rato Lala sale de algún lugar.

Volver a la pista y encontrar cuchicheando

Cerca de la baranda,

Con mi trago en manos,

Mechita y Tute.

Pedro Shimose. (Bolivia, 1940)

Manifestación

Con la rabia en el ají,
salgo con mi cóndor bajo el brazo,
cruzo la calle con una piedra en la mano,
camino con un policía vigilándome el hambre,
busco el oído y el ojo de la noche,
pego carteles, corro por las plazas,
grito con una brasa en la lengua,
pinto las paredes: “viva el Che”
me dan agua en manguera,


soy el fuego;
me dan relámpago en humo,

soy la tierra;
me abren una herida donde sea,

soy el pueblo;
me persiguen, me encarcelan, me torturan.

Canto mi libertad, muevo adoquines,

rompo maderas y cristales, canto,
voy a la huelga con mi miedo natural y un sorbo de café caliente;
vuelo por la ciudad, rasgo el aire, trizo las vitrinas,
golpeo las páginas de los periódicos,
derribo puertas, venzo máscaras y cachiporras,
traspaso los umbrales de la historia,
¡soy!

lunes, octubre 04, 2010

Sacamos a la enana del baúl que no tenía mi abuela.

Imagen sacada del baúl que no tenía mi abuela.


A lo que es simple por qué darle tantas vueltas.
Correspondido, corresponsal.
Con la misma fuidez con la que hablé hoy con vos (me van a matar, jep), te digo que te quiero tanto Ángel mío. Me siento bien.
Que nadie se entere, porque se ponen celosos los wachitos: Sos parte de mi debilidad Dan.

sábado, octubre 02, 2010

Pigmento rosa en el iris.

23 (Arbol de Diana, 1962)

una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos

A. Pizarnik.

Para cantar he nacido. (Fragmento)

Yo nunca miro a la rosa
por su color de quimera
la miro por que ella tiene
la sangre de los que sueñan
por que en sus gajos florecen
las manos del que las siembra...


Bebe Ponti.

El día que te vi…

No fue un día,

Fueron minutos congelados,

De un cuadro surrealista,

Un grito, una puteada.

Avanzábamos todos,

A una velocidad violada.

Las ventanas eran manchas,

Paisajes con acuarela,

De un dibujo de mi ahijada.

Nuestros mundos tan distintos,

Tan distantes,

Tan separados,

Tan idealizados,

Cohesionaron.

Distraídos, se hicieron polvo.

Estallido que quebró mi ser,

Y tu imagen se parte.

Comprendo aquello de la contemplación.

Sentir el dolor de la belleza.

La magia violenta,

Comprimiéndome los órganos,

Astillándome los ojos con tu pureza.

Nada es más lindo como este momento.

Nada es más de nadie que mío.

Nada es más tuyo que sus labios.

Nada es más último que el punto.

Yo deshaciéndome,

Mis restos se acumulan en el suelo,

Te miran desde abajo,

Como te devorás con ella,

Ardiendo otro astro.

Caen los meteoritos;

Un boleto del 118, un chicle disimulado

Voces,

Tierra, mugre… llantos silenciados.

Matándome dulcemente,

Y el chofer, mi única esperanza;

Que tire al viento mis residuos,

amén.


(Yo quería algo de amor, y descubrí que desde otro ángulo, es terrible... al estilo de amanece en la ruta)