Haces prosa... haces magia.
Inevitable es dejar de leer
la belleza de los puros ideales
confrontando los más atroces hechos.
Ilustras la realidad, y ellos hacen versos...
Narras la historia prohibida,
que nadie se atrevió a contar.
Porque la lectura maestra estaba censurada.
Blanqueas las injusticias,
¿Pero qué hay de la justicia?
La vociferas como un furioso dragón
que descarga la combustión de su interior
haciendo todo estallar y reducirlo a puras cenizas.
Pides paz haciendo la guerra.
Los viejos no se equivocan.
¿Qué otra solución hay?
El aire ya no es tan bueno, ni siquiera adentro.
se respira miedo, se respira desesperación.
se respira las partículas de lo que fue,
y ahora vaga con el viento.
No se respira, no se vive...
Se sobrevive...
Hay quienes dicen que la naturaleza del hombre es estar en guerra.
Entonces los que buscan la paz serían los enfermos. Los anormales.
Si, son esos locos que a veces fuman la pipa de la paz...
pero todos juntos.
Esos locos, porque dicen la verdad,
pero sobre todo, esos locos porque todavía creen...
Todavía tienen esperanza que encender...
Haces abrir mentes, loco, don Esteban...
me haces abrir más libros,
y te obligan a cerrar los ojos...
Te convirtieron en inmortal, para siempre.