jueves, noviembre 22, 2012

viajar.

De Lanús a Callao y Córdoba, en el 37, ¡Ese sí que es un compañero!
A fumarse el viajecito, hay días que se puede viajar sentado. Pero cuando apremia, se sube al primero que salga.
Cuando empezaron a caer las primeras gotas de lluvia, el 80% de las ventanas ya estaban cerradas. Las gotas me caían en el hombrito, pero prefiero un resfriadito, una gripe, a morir todos hipercápnicos, a ver si se entiende.
Al mal tiempo buena cara. Me di cuenta que empezaban a subir jóvenes con cajas, armatostes, carritos. Uno subió con una caja de plasma. Estuve jugando a adivinar todo el viaje hasta que me di cuenta (creo que acerté) que eran pobres pibes que iban a Ciudad universitaria con trabajos prácticos, resguardandolos de la lluvia y de la gente.
A mitad de camino, el señor que estaba parado al lado mío estornudo o tosió (no lo escuché porque iba con el mp4) cuestión que vi como se llevaba la mano a la boca (todo en mute) y como un alto garzo lo atravesó y se perdió entre la gente. Estábamos de espaldas a los ventanales por lo que la luz de los días nublados entraba segura y filosa. Vi la sombra de zogar volar. Aparentemente el hombre con muy buenas intenciones se tapó la boca con la mano, el problema es que cuando uno hace un puño tapándose la boca, del lado opuesto está el otro orificio entre el pulgar y el meñique. Ojo ahí.
Per últimun; casi llegando a destino, por Congreso, otro chico que estaba parado cerca mío, al bajar se agarra del barrote y el antebrazo queda a la altura de mi mirada. Tenía tatuado:         "SONREÍR SÓLO Y POR PLACER"
A lo que no pude evitar hacerlo. Busqué el nudo en mi mp4. 

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