miércoles, mayo 31, 2017

El amor tiene cara de naichá.

Julieta esperaba a Romeo. Y la cagaron. Porque el tipo nunca apareció. Nadie le dijo que para crecer había que darse cuenta que el romanticismo no existía.
Entonces advirtió que sí, había leído muchas novelas de amor. Todas clásicas, todas de lugares muy remotos. Incluso de tiempos e idiomas que no comprendía.
Resolvió entonces que si Romeo se había muerto hace rato, se podía conformar con un tipo mas humano, mas cercano. "Yo quiero un Raly" Dijo. Un tipo así, con esa sensibilidad y esa pinta. ¡Que esté tan bueno! Un militante, que toque la guitarra, escriba poesía, tenga barba y pelo largo.Que sea de estos pagos, que hable el idioma. Agghhh, lo pensaba y se le caía la baba.
Y así, soñaba y escribía poemas de amor aún sin conocerlo. Las letras le brotaban solas y escribían sobre un sentimiento que nunca antes había conocido. Tenía su diario, por supuesto. Rosa con perfume.
Hasta que apareció, sin previo aviso. Así como un tifón tropical, con esa potencia. Con la crudeza de la realidad pero con  la ternura de su corazón, le destrozó el diario íntimo y todas las frases de amor insulsas.
No era ni un Romeo ni mucho menos un Raly. Era amor.
Y por muchas caras que tu mente le ponga al amor, cuando realmente aparece... lo reconoce el corazón.


Marcados con el círculo de la pasión, elegidos para representar al distrito 1 en los juegos del cagado de hambre; por la milanga, las papas y el gohan.


Suspenso. ¿Has visto la cara del amor? :) 

1 comentario:

Ezequiel dijo...

Yo conozco esa espalda :-)
Ale, sos vos?
Amigazo!!