Una cosa remite a la otra, y de ojos grandes voy a los pequeños y de los pequeños a los grandes, porque amo todo tipo de ojos... sobre todo cuando se trata de las miradas de mis amigos.
La previa del feriado, y mi día de felicidad... en realidad es este mes, que trae una yapa.
Desde el primer segundo, que los veo, ahí en la para del 160, haciendome señas porque atrás estaba el colectivo, desde ese momento, estalla en mi corazón la felicidad y con cada latido, la sangre que corre, ya es diferente.
Porque son de los pocos que logran quebrarme a la tentación de comer en esa cadena asquerosamente capitalista... y me da verguenza decir que el mismo día lucía orgullosa la remera del Che. ¡Encima que voy por ustedes se quejan de que como lento! Perdón... un ataque de bronca en un clima tan pasivo que estoy sintiendo al día después de la super felicidad... Porque brindamos con el mismo alcohol que destruye nuestros hígados... Porque me hicieron llorar de tanto reirme en el bondi... Por acompañarme hasta casa... Por todas sus voces, por todas las palabras... ¡Me hacen feliz! Y Los amo...
Porque no vino la pantera para molestar con sus vomitos, los amo aún más... jaja... mentira, Lalita, te extrañamos, pero estuviste presente.
Aprovechen mi estado porque se acaba pronto... ¡Uso!
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