Ahora que me doy cuenta, todo es una verga.
Desearía que la guerra fuera afuera de mí.
Que los bombardeos sean para otra persona,
Y que los idiotas de los kamikaze,
Además de ser deseos cautivos,
Se estrellen contra otro cuerpo que no fuere le mío.
Ahora que estoy tan sola, tan sobria y despierta.
Me gustaría soñar y poder desear.
No, me gustaría actuar y escribir menos.
Me hubiese gustado regalarle mi collar
A esa niña que lloraba en el bondi,
Y decirle que ahogue sus lágrimas
Y que grite las injusticias.
Que los sarcómeros se acorten para empezar
A hacer algo, para empezar a ser.
Y dejar que las Purkinje se electrocuten y nada más
Porque hasta Zoe intenta meter un salamín por el enchufe,
-Y vos temés frotarle el miembro y que el genio no salga.-
Me cansé de desear y de las bofetadas de la vida,
La verdad cruel y la realidad inmadura
de comerme aún los mocos e inflar globos pinchados,
con los bronquios colapsados.
No quiero ni tu lámpara que me ilumine,
Ni que desprenda óleo 212 sexy,
Nada, tomemos juntos un nihonchá
Que la taza me caliente las manos,
Y el humo enfríe la violencia de adentro,
-que afuera se cagan a palos-
Para firmar la paz y poder hacer el amor,
Con vos tanito, te tiro hasta a Bernardito
el día que encuentres el brillo en mis ojos,
prometo no esquivarte, pero llevarte lejos.
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