Aunque la muerte me tiene
presa entre sus cerrazones
Yo volveré de la muerte,
volveré y seré millones.
Yo he de volver, como el día,
para que el amor no muera,
con Peron en mi bandera,
con el pueblo en mi alegría.
¿qué pasó en la tierra mía
desgarrada de aflicciones?
¿Por qué están las ilusiones
quebradas de mis hermanos?
Cuando se junten sus manos
volveré y seré millones.
Pido un lugar en tu pecho
y aunque lo tengo ya sé
que me das lo que se ve:
sólo un corazón deshecho.
¡Tanto es el mal que te han hecho,
mi pueblo, con sus traiciones
que claman los corazones
y me llaman y ya voy,
desde la muerte en que estoy
presa entre sus cerrazones.
Tantos rostros, tanta pena,
tanta espiga de dolor
y la vida alrededor
con su cepo de condena.
Ya tu suerte me enajena,
pueblo mío, y me sostiene
sólo el amor con que viene
tu llamado hasta mi ausencia;
yo volveré a la querencia
aunque la muerte me tiene.
Yo he de volver, como sea,
junto al pueblo dolorido,
con mi fervor encendido
convertido en una tea
Y sin que nadie me vea,
sin que el opresor se alerte
no el cancerbero despierte
ventearé casa por casa;
para reavivar la brasa
yo volveré de la muerte.
Toda mi vida es un río
que anda rodeando la tierra
con ese pendón de guerra
que sólo al pueblo confío.
¡Mi pueblo, este signo mío,
este amor sin más razones!
Presa entre sus cerrazones
y porque soy libre y fuerte,
yo volveré de la muerte,
volveré y seré millones.
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