¿Sabrás atravesarme, filoso como la primera vez? Como una noche de media estación, al salir de casa. Fugaz, avasallador. Sorpresa etérea. Volabas como las águilas, y con tus plumas me silbabas en el rostro el acento de tu interior notocordio. Andando, a un paso, demasiado rápido, mesurando mi camino. ¿Podrán... turrúm turrúm... los artistas callejeros sacarme la sonrisa que me regalaba tu compañía? ¿Llegará mi beso de buenas noches, dejarte una caricia fresca como el cedrón? ¿O caeré de tus pensamientos como una tarde de otoño lluvioso entre los granos de café y el pesado cansancio?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario