A oba Takako que sonríe y come caramelos.
No estoy paranoico. No es un estado, es de verdad. Esto sucede: de pronto me di cuenta que todos me miraban. No que me persiguen con sus ojos, sino que me miran fijo. Así y nada, no pasa nada más, se quedan mirándome fijo, sin pestañar. Todo ellos a mí.
Entonces les doy la espalda. y siguen con la miraba fija en mí. Clavandomela por algún motivo en la nuca, en la espalda. Y no no sé por qué. No sé si siguen un ritual... una órden. No sé si me miran a mí o buscar mirar através mío. Entonces siento una extraña sensación, como si una parte interna mía quedara suspendida en otro tiempo, en otro mundo, y ahí se encontrara con ellos. Entonces, esa parte ya no busca esquivar las miradas ni esconderse, sino enfrentarlas, entenderlas. ¿Qué es lo que buscan? ¿qué es lo que intentan? Si se intenta buscar esta reacción en mí. ¿Cuál es el motivo? llegar a este punto en que no existen espacios ni tiempo. Entonces yo miro las fotos, y ellos están mirándome. Todos, muchos que no están. En realidad ninguno está AHORA. Todos son de otra época y miran fijamente, sonriendo la mayoría. Comprendo que quizá es una manera de saber que cuando un cuerpo desaparece permanece cerca de nosotros, y en las fotos viejas vemos (recordamos) que nos siguen mirando y son felices. Una foto es un punto inflexible, es una dicotomía (palabra que suena lindo pero existen pocas ocasiones en las que uno puede pronunciarlas... ) las abstracción instantánea al pasado, eso es lo que es, con los recuerdos, el momento melanco, la memoria emotiva, y el juego del frío cerebro que a la vez sabe que RECORDAR implica la desestructura temporal.