No están difícl ser afásico. Digo, que tampoco es a veces
una eh, cómo se dice, tampoco es eh… una que no está sano, que algo no anda
bien en las áreas cognitivas superiores o en las fibras que las unen. Podemos
trabajar en ello, o buscar, eh, cómo era, otras vías otros lugares, donde
caminar, donde ir y llegar igualmente al mismo punto. A veces pasa que sin tener ningún síndrome descrito aún, uno es incapaz de poder expresar lo que eh… los amores, llantos, temores,
ansiedades, los calores de adentro. Existen situaciones, en las que a veces las
palabras que quieren ser dichas pesan más de lo que uno puede sostener. Que no
tienen que ver con eh… eso que se dice en frases, sino con otro. Es una carga
pesada que quiere ser… voladora, salir por los aires, como las palomas o los
globos. Son las que tienen la carga de los colores que llevamos adentro.
Quieren ser dichosas, pero no existe fuerza tal que las empuje. A veces yo las
empujo de muchas maneras. El las empuja, a veces juntos las empujamos. A veces
no salen.
Es como cuando, quiero decirte, decirle, deciros: Te… eso que baila cuando te
veo, Te… eso que salta cuando te pienso, Te… eso que grita pero no puede ser
escuchado. Lo extraño, te extraño, a él, a él, si a él: D… D… dddel que tiene
los ojos de agua estancada, dddel que tiene la piel casi transparente y las
venas azulesfuentes, dddel que viene del país de la nieve. Él.
A veces, cuando eso es muy… que tiene mucha fuerza, como el sol y la marea,
como el viento de Necochea. A veces cuando eso tiene espíritu, de alguna manera
logra escapar. Digo… eh… si no sale de los dientes, de debajo de la nariz donde
se come, saldrá así: mágicamente será expresado.
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