martes, octubre 21, 2014

kimonos en la tierra roja - Rodolfo Walsh (non limite)


VOCES EN EL CREPÚSCULO
Hay una flor (decía la canción) que crece igual que las demás pero sin que nadie la vea y que muere con lágrimas. Es la flor del primer amor.
Hubo un samurai que volvía de tierras lejanas con su compañero herido y juró morir con él, y al pisar su patria se hizo el harakiri junto al cadáver del guerrero.
Hubo un guardafaro que tenía una hija, y la hija contemplaba to­das las tardes el mar por donde debía venir su prometido que nunca volvió.
La tarde se desgrana en antiguas canciones, lentas y mágicas danzas sobre la roja tierra misionera, brillos de marfil de las manos, belleza hierática de las caras, esplendor de las sedas bajo el último sol. Una sombrilla roja está caída en el suelo. Aíko Kanmuse baila por última vez con sus compañeras. Mañana se irá para Buenos Aires.

En las sombras iniciales de la noche flotan con punzante ironía las palabras extrañas que agradecen a la tierra la buena cosecha. Por­que eso, también, parece ahora una leyenda.

Cada encuentro Ro, es un milagro. En cada encuentro Ro te quiero más. Hay gente que escribe ensayos y textos sobre tu vida, tu trabajo, tus proyectos... que analizan el contenido de los textos. Yo no tengo formación ni capacidad, me gustaría poder hacerlo algún día, eso sí. De momento, puedo abrirte y saborearte gajo a gajo y disfrutar tu jugo. 

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