Querido niño: Mirá pichón, después de unos adultos malos, tuviste la mala suerte de que unos jueces, que debieron cuidarte, se equivocaran tanto al tomar una decisión. Pero esto se corregirá.
Eso no quiere decir que toda la justicia es tan mala o tan bruta.
Ni el más enojado querría que vos creas eso.
El mundo es mucho mucho más grande que ellos y vos tenés derecho a vivir libre de miedo y enojo. Y crecer sabiendo que la vida es más ancha y buena que esos días.
Eso no quiere decir que toda la justicia es tan mala o tan bruta.
Ni el más enojado querría que vos creas eso.
El mundo es mucho mucho más grande que ellos y vos tenés derecho a vivir libre de miedo y enojo. Y crecer sabiendo que la vida es más ancha y buena que esos días.
La gran mayoría de las personas sabemos que si alguien está lastimado o es más débil, hay que cuidarlo más todavía.
Los que quitan cuidado a quienes más lo necesitan están muy equivocados o no son buenas personas... pero no son las únicas ni la mayoría. Y se corrige, con trabajo, pero se arregla.
Los que quitan cuidado a quienes más lo necesitan están muy equivocados o no son buenas personas... pero no son las únicas ni la mayoría. Y se corrige, con trabajo, pero se arregla.
A veces uno no sabe si es hijo de un cariño que se encontró o de un cariño que se va a encontrar.
Todos tuvimos papá y mamá, pero puede que un día conozcamos a alguien y lo queramos tanto que sintamos "Nací para vos", que es como decir: "Nací por ustedes" pero para adelante. Y entonces es como si uno fuera el hijo de ese amor que se encontró de grande, y que ilumina toda nuestra vida, ¡incluso la que ya vivimos!
No te conozco así que no sé de qué cariño sos hijo, si te cobija un cariño abuela, un cariño escuela, o vas a un amor que, como un explorador, encontrarás de más grande.
Pero de todo corazón, creo que vas a ser mejor que esas personas. ¿Por qué?, porque los que se superan son más, y porque así lo intuyo (no tengo otra explicación).
Vas a ser capaz de dar más cuidado, inteligencia y alegría de la que recibiste estos días. Y vas a poder abrazar con amor, incluso al chiquitín que sos hoy.
Ya sé que puede sonar raro dicho así; pero te juro que es cierto; y ojalá tengas un adulto de confianza, o una maestra, alguien bueno, que te haga llegar este abrazo y mejore mis palabras.
Con mucho afecto te saludo como el profe de música que fui,
el papá que soy y, en fin, como quien supo de vos, y te escribe.
el papá que soy y, en fin, como quien supo de vos, y te escribe.
Luis Pescetti
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