Serè pendeja toda la vida entonces.
Estas cosas me gustan, son parte de mi esencia.
Yo te dirìa: Nunca pierdas la sonrisa. (Y es una pendejada)
Mi gran profesora de literatura una vez nos dijo algo asì: Uno con una sonrisa, aunque sea a un desconocido, le puede cambiar el dìa, la vida.
Y ni bien lo dijo, se me ilustrò: parada en la barrera, esperando que pase el tren... sonrìo y espero llegar a unos ojos lejanos.
Y es bastante estùpido porque el tren que me imaginè es el Roca, que como en los otros, se viaja como el culo. Hoy viajè sufriendo (a veces con los ojos cerrados soportando el dolor de la compresiòn toràcica) por ejemplo... sin embargo, mi alma pendeja, quizà espera una sonrisa ahì afuera.
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