¿Quién les hizo creer que el móvil era la guita? Astucia pura, así manejan los títeres, los grandes ladrones que se quedan con el pescado fresco. Y tampoco es tan difícil de entender, ya lo dijeron en esa serie que miramos todos como nabos. La fuerza más grande es el dinero, capaz de unir enemigos y separar hermanos... todo por la herencia.
Nunca se trató de eso.
¡Y qué pena pensamiento tan básico!
Porque uno no piensa en su bolsillo, sino en un ideal romántico que sabemos que no existe pero con la esperanza de mantener lo que tenemos en esta provincia que parece mejor que las demás. Que adoptamos como hogar, dejando casa lejos, en parte por eso. Y además si así lo fuera, si uno realmente pensaría en el bolsillo individual, no se arriesgaría a los descuentos de pasarse el presentismo por el orto.
Cuando se mueven masas, cuando protestan almas, es por un espíritu colectivo que no todos logran identificar. Es por algo más, por alguien más.
Porque incluso aquellos que estén ligados a distintos sindicatos, pueden luchar por los derechos de los otros trabajadores. Todos los trabajos son dignos aunque algunos se sientan más bastardeados que otros. La dignidad hay que gritarla.
Pero tampoco sé quién les dijo que icé mi título para flamear por sus rostros y creerme mejor que otro. El esfuerzo y el orgullo siempre fue mío... y de mis padres... aunque no hay título más noble y que quiera más que el de poeta 💗el resto es pura huevá.
Mi bandera será por siempre celeste y blanca. Y en ella estamos todos.
Cuando veamos que la patria es el otro, empezaremos a prosperar.
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