¿Estarían ahí si fuera al revés?
¿Cómo sería si fueran ellos los que no desearan nunca un embarazo?
Porque el deseo urge y así surge.
Digo porque muchos no deben desear nunca un embarazo, y sin embargo son cómplices cobardes de este sistema. Digo, porque podríamos cambiar las cosas. Pregunto si fuera al revés...
Si después de una fogosa noche ellas desaparecen, huyen, desembarazándose del asunto.
Si quedaran ellos con la duda y el temor... y el vientre ocupado.
¿Recordarían tomarse la pastilla todos los días, que es una paja? Porque pincharse la cola todos los meses, olvídalo, ya lo sé.
¿Qué pensarían si en ese momento íntimo de besos y roces, ellas rechazan el forro porque les molesta?
¿Cuántos de todos ellos tendrían al día su método anticonceptivo? ¿Cuántos de ellos aún nunca desean un embarazo?
¿Cuántos estarían dispuestos a llevar a cabo los controles de embarazo con extracciones de sangre, pérdida de tiempo en colas y burocracias para los demás estudios? ¿Cuántos estarían decididos a parir? ¿Cuántos elegirían no parir? ¿Cuántos si pudieran no asumir ningún rol de progenitor responsable, huirían? Como desertores.
¿Cuántos más seríamos , compañeros? ¿Cuánto más sería el compromiso?
¿Se disfrazarían de grinch o de hinchas de sarmiento de Junín para copar el congreso con furia? ¿Se sumarían al grito colectivo? ¿Mostrarían el torso en verano?
¿Qué votaría usted señor diputado si fuese su cuerpo?
La ley de aborto no es un asunto de mujeres. Es una deuda del estado hacia todas las mujeres que obligaron a parir en su contra.
No es asunto de mujeres, porque hay mujeres en contra. Pero con mucho respeto creo que aquellas que están en contra no entienden de que se trata. El concepto que sostienen fuertemente tiene que ver con la VIDA (entiendo yo. Como también esta Ley que deseamos) ideológica, no real... encegueciendo a través de su ternura y creencias, que la muerte llegó hace rato y sigue ocurriendo.
Así como también hay compañeros que acompañan y apoyan.
Ni siquiera es un asunto. Tiene que ser LEY.
¿Cómo se apurarían los tiempos si la Alberta hubiera tenido un embarazo no deseado?
Primero: requiere un mínimo de compresión de la realidad y del contexto histórico. Es una voz alzada de años de silencio, privilegios y desigualdades.
Segundo y lo más difícil. Basta con ponerse en la piel de ellas, compañero, compañera.
Si nunca podés ponerte en la piel de otra, es lógico que no apoyes una ley, porque por suerte no te pasó.
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