viernes, marzo 31, 2017

Marzo
























Al fondo, y de rojo... late mi corazón. 

De chica siempre dije que iba a compartir mi sangre con aquel que me acompañara y respetara mis creencias, mis valores. Con aquel que caminara  a mi lado al grito de Memoria, Verdad y Justicia. 
Te lo pedí con una sonrisa tímida, y no dudaste en aceptar. De hecho, creo que ni lo pensaste. 

Y ahí estuvimos, caminando muy juntitos, abrazos. En un abrazo que alcanzaba mucho más que nuestro perímetro. Y te contaba de mi pasión por Juan, de los chicos Gushiken, del chino Ishikawa que me acompañó en casi toda mi carrera con su foto a la derecha del aula magna; era mi primer saludo. Incluso cuando entraba cagada por algún parcial o final que tenía que rendir... lo miraba fijo "por vos" le decía por dentro y arrancaba con paso firme. 
Caminamos con los familiares y cerca de la bandera. A pocos centímetros, otras organizaciones (que no tenían nada que ver con la Memoria, sino que tenían otro objetivo) nos quemaban la cabeza con cantos y gritos de extrema violencia hacia el presidente actual elegido en democracia. 
Todo de a poco se desvirtúa. Creo que tenemos que tener en claro nuestro camino y nuestra meta. Los de afuera son de quelachupen. 
Y que nunca falte el amor.
Porque creo que cuantos más presente estemos, más fuerza van a tener sus huellas. 
Gracias amor por acompañarme. 
Prometimos para el año que viene gestar una nueva bandera con origen de nacimiento en Neuquén, lindo sería que flamee en la ruta hasta Buenos Aires. 
Te amo gu, y te elijo. 
Cada día, me vuelvo a enamorar. 

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