domingo, agosto 30, 2020

Nos-otros

 Los otros, son ellos. Los que elevan la bandera de la honestidad y sinceridad, que es verdad son virtudes de gran valor y que no abundan. Ellos, los apasionados de las causas perdidas. Los que te cantan la justa y no andan con vueltas. Pero ellos, que también en su grandilocuencia se jactan de su duro falo, y te acusan de leche tibia. Utilizan el nombre de la verdad, como ejercicio de poder. 
Ser honesto, no te da el derecho de lastimar a los demás. Cuando se utiliza tercamente la honestidad como excusa para ser violento, hay un grave problema. Aqu-ellos, quienes creen tener el derecho de decir de cualquier manera, cualquier cosa siendo fieles a su sinceridad. Actos que disfrazan la violencia. Presentan un déficit para ser honestos consigo mismos. 
En aquellos que se ríen de todos, pero no se ríen de sí mismos. Aquellos que siempre quieren tener la razón y con los que no se puede discutir. Aquellos impulsos que hacen que de a poco, los demás se alejen. 
A la voz de "no lo tomes personal, soy así". Si es personal. 
Los violentos, son personas en conflicto constante. 
Los que conviven con una guerra interna. 


Los otros, ellos. Como algo externo y ajeno. 
A veces, somos nos-otros. 
Lo difícil de reconocer la violencia 
es que el impacto que nos golpea 
viene de nuestras propias acciones, 
directamente hacia nos-otros mismos. 
A partir de ahí, de nuestra violencia generada 
a los otros, que no son otros 
mas que nos-otros 
es que podemos hacer el cambio
y empezar a sanarnos.

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