domingo, mayo 16, 2021

La parición.

 

15/5/2019
semana del parto respetado - hospital zapala, neuquen 

10/5/2021
mi parto respetado - hospital zapala, neuquen 

Confieso que he leído la biblia, no por gusto, sino por haber ido a una escuela religiosa y haber tomado la primera comunión. A pesar de eso, soy bastante ignorante pues no reconozco salmos, ni comprendo sobre génesis u apocalipsis o lo que sea. 
No quiero comenzar este texto con la frase "Respeto las religiones pero..." porque nunca terminan bien. Así que no lo haré. 
Simplemente descargaré en este, mi portal esta reflexión. Intentaré no ser ofensiva. 
Justo antes de parir y durante el embarazo, he recibido muchisimos mensajes de cariño y creo que ninguno fue mandado con mala leche. Más creo que hay un cambio generacional (y no sé hasta cuanto) pues hay frases que se repiten, a veces no entiendo bien con qué fin. He estado intentando analizarlas pues cuando las recibí si bien contesté mi parecer en mi mente quedaron dando vueltas... y supongo que son frases de antaño, frecuentes y comunes... de una generación (por no decir religión) con mandato patriarcal, que analizada en estos tiempos suena como un golpe... o al menos creo que ese fue el impacto que generó en mi.
 
Esto fue lo que encontré que dice la biblia en relación a algunos mensajes que recibi: A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. --> Genesis 3.16 

Como mujer, me parece una poronga esa frase, pero más poronga es repetirla. No se me ocurre en que contexto yo le diría a una embarazada algo relacionado con el dolor de parir o un mandato patriarcal...a menos que mi cabeza se haya quedado trabada en un tiempo prehistórico. 
No tengo religión. Me amo sobre todas las cosas y sobre el amor se basan las religiones. Mi familia es mi religión. La mayor fe la tengo en mi, sino en quién. Sino quién más me la tendría. Escribo y creo personajes. Amo y generamos viditai. 
Mi trabajo de parto fue mío y de nadie más. Fue acto de amor y poderoso. Fue doloroso, es verdad, pero yo tuve el control todo el tiempo. 
Cuando respiraba profundo en cada contracción, me daba ánimos. Pensaba "Vos podés, vos podés, seguí así" y pensaba también en que mi hija adentro mío lo estaba haciendo excelente así que le hablaba a través de mis pensamientos a ella. Por momentos rompía mi conexión, para escuchar la voz serena y amorosa de mi compañero que me besaba la frente y daba más confianza. Y muy por último plano, escuchaba a la obstetra (Emi) que nos acompañaba. 
A aquella compañera que esté gestando o esté por dar a luz, le diría: que puede elegir como hacerlo. Que el deseo es lo más importante. Y que todas las mujeres tienen un poder sobrenatural, no me canso de repetirlo. Usted compañera, siempre que quiera, puede! Es cuestión de confiar en una misma y no perder el control... porque cualquiera lo puede agarrar si se deja a la deriva. 
Doy gracias a la vida, por la mía. Por mi familia y mi historia. Por mi pasado, por mi presente y mi futuro. 

No hay comentarios.: