20 de Junio: ¡Día de la badera!
Un regalito, el monumento a la bandera en rosario.
Un pequeño tributo a Manuel José Joaquín del corazón de Jesús Belgrano, nuestro creador de la bandera, un verdadero patriota que no salió con la camiseta de argentina en un mundial, sino que luchó por su libertad.
Hermosa y radiante la celeste y blanca, como siempre. Imperial sobre nuestras tierras.
Dedicado a ese profesor especial que me hizo la inivtación primero, y a todos los que se unen a ella.
Hace días, mi profesor me invitó a pensar, comenzando la invitación con una hermosa canción llamada: Parte del día.
Recién hoy me pongo a pensar… pero ¿pensar en qué? Nunca está de más pensar, hurgar en nuestra mente, sumergirnos en nuestros pensamientos.
Pensé y busqué, como siempre, nada se me aclaró… al regresar de mi mente, me encontré llena de preguntas.
Escuché tantas cosas hoy, que vuelvo a ellas, en el recuerdo de lo que mi memoria grabó.
Ya no sé nada… ¿estaré buscando mi propia identidad? o ¿soy una persona en etapa de metamorfosis adolescente? A veces me siento débil, frágil, vulnerable a todos, o tras veces algo ácida… intento ser positiva, pero mi persona se asemeja a un iluminista.
¡Lo que resurge a la luz cuando uno nos hace una invitación como esta! Comienzo a conocerme, o a aceptarme.
Hoy, una profesora me relató un hermoso canto; y ahí comprendí que las personas de letras (ya me considero de ellas, porque al grupo del habla seguro no pertenezco) llevamos la vocación por dentro, insaciable, porque como Yupanqui decía nuestros sueños “se nutren de su propia luz”. Nos llevamos a la tumba todas nuestra letras, todas esas poemas que no pudimos dedicar, todas esas cartas que no llegamos a enviar, todos esos escritos cuestionando, argumentando nuestras ideas.
Hoy, una amiga me dijo la verdad sobre el rencor; una persona que lo guarda es porque en realidad, siente algo de odio… mi ingenuidad creía que por más que uno intentara no odiar, una herida profunda basta para recordar continuamente nuestro dolor, impidiendo perdonar. Sigo con la duda… ¿o será que necesito justificarme? Perdonar es de valientes, lo sé. Pero ¿qué hacer cuando uno necesita perdonar, pero su corazón caprichoso se lo impide? ¿Es puro, inocente, o hay que condenarlo de culpable? ¡Culpable! dijo mi amiga.
Hoy, aprendí que hay muchos locos sueltos… muchos irresponsables que tienen a cargo valiosos elementos. Muchos dementes, que hablan sin saber, porque solo ven lo que ellos quieren. Que no llegan a codificar con el idioma del alma la profundidad y esencia de las cosas. A ellos, hay que dejarlos ser libres ¿para qué discutir? Es inútil.
Hoy aprendí que los avances tecnológicos no son del todo nocivos. Que un mensaje de texto cálido, puede ser cariñoso, pero también un alerta.
Hoy aprendí del televisor… una frase quedó resonando con su eco en mi cabeza “yerba brava nunca muere” No sé si es verdad… supongo que no, por el echo de ser personas tendemos a exagerar todo lo malo que tiene la vida… Es que hay que tener espíritu para ver solo lo bueno en esta vida. ¿¡Cómo es eso que los villanos siempre se salen con la suya?! Algo me huele mal en esa frase común. Desde chiquita la religión y los mayores me decían que debía portarme bien, y la verdad resultó ser más fácil que portarme mal. Ahora hasta a veces elijo el camino más difícil… aunque a veces se llega igual, vale el esfuerzo que pone cada uno, además, todo hecho es importante para aprender de él.
No es que fuese una niña buena, sino que me pesa en el pecho cuando cometo algún error. No algún error humano, sino debería ser una suicida en este momento, sino un error espiritual… Siendo indiferente, discriminando, hiriendo, maltratando, juzgando…
Que la paz interior comienza con la paz con el mundo externo. Que no hay nada más placentero que dormir con la conciencia tranquila. Pero ¿Y las malas hierbas que pueden dormir? Dos cosas; a los que no pueden dormir, se les puede perdonar… pero a los que duermen tranquilos no, porque eso indica una irregularidad en sus valores, una persona que no se avergüenza de sus defectos, tiene los valores trastocados.
Hoy aprendí que el brillo en la mirada de mis amigos no la cambio por nada. Que hay falsos rubiés, que actúan quedándose con vos, para partir mientras te dormis en su confianza, con el pirata que tiene el cofre. ¿Qué es lo que queda? La desilusión, nada que no pueda rellenar los otros cristales y zafiros que llevamos en el alma, los verdaderos amigos.
Hoy aprendí que nada termina con la muerte… depende de la grandeza de tu alma, o de la estupidez humana, el recuerdo… Hitler murió, y todavía hay millones de racistas deambulando por las calles, Lennon murió y personas de todo el mundo cantan sus canciones, Luther King falleció hace rato, y los pacifistas continúan con su marcha, Andersen pereció y sus cuentos siguen conmoviendo a todas las personas, Favaloro se suicidó, y mucha gente sigue viviendo recordándolo con cada bypass que los salva, Jesús murió crucificado e infinito es el número de creyentes que tienen fe en él.
Hoy aprendí demasiado con una simple invitación ¿O es que tenía alguna poción mágica escondida?
¿No les digo? Estoy llena de dudas. ¿O son afirmaciones escondidas entre signos de pregunta para apaciguar mi juicio?
Recién hoy me pongo a pensar… pero ¿pensar en qué? Nunca está de más pensar, hurgar en nuestra mente, sumergirnos en nuestros pensamientos.
Pensé y busqué, como siempre, nada se me aclaró… al regresar de mi mente, me encontré llena de preguntas.
Escuché tantas cosas hoy, que vuelvo a ellas, en el recuerdo de lo que mi memoria grabó.
Ya no sé nada… ¿estaré buscando mi propia identidad? o ¿soy una persona en etapa de metamorfosis adolescente? A veces me siento débil, frágil, vulnerable a todos, o tras veces algo ácida… intento ser positiva, pero mi persona se asemeja a un iluminista.
¡Lo que resurge a la luz cuando uno nos hace una invitación como esta! Comienzo a conocerme, o a aceptarme.
Hoy, una profesora me relató un hermoso canto; y ahí comprendí que las personas de letras (ya me considero de ellas, porque al grupo del habla seguro no pertenezco) llevamos la vocación por dentro, insaciable, porque como Yupanqui decía nuestros sueños “se nutren de su propia luz”. Nos llevamos a la tumba todas nuestra letras, todas esas poemas que no pudimos dedicar, todas esas cartas que no llegamos a enviar, todos esos escritos cuestionando, argumentando nuestras ideas.
Hoy, una amiga me dijo la verdad sobre el rencor; una persona que lo guarda es porque en realidad, siente algo de odio… mi ingenuidad creía que por más que uno intentara no odiar, una herida profunda basta para recordar continuamente nuestro dolor, impidiendo perdonar. Sigo con la duda… ¿o será que necesito justificarme? Perdonar es de valientes, lo sé. Pero ¿qué hacer cuando uno necesita perdonar, pero su corazón caprichoso se lo impide? ¿Es puro, inocente, o hay que condenarlo de culpable? ¡Culpable! dijo mi amiga.
Hoy, aprendí que hay muchos locos sueltos… muchos irresponsables que tienen a cargo valiosos elementos. Muchos dementes, que hablan sin saber, porque solo ven lo que ellos quieren. Que no llegan a codificar con el idioma del alma la profundidad y esencia de las cosas. A ellos, hay que dejarlos ser libres ¿para qué discutir? Es inútil.
Hoy aprendí que los avances tecnológicos no son del todo nocivos. Que un mensaje de texto cálido, puede ser cariñoso, pero también un alerta.
Hoy aprendí del televisor… una frase quedó resonando con su eco en mi cabeza “yerba brava nunca muere” No sé si es verdad… supongo que no, por el echo de ser personas tendemos a exagerar todo lo malo que tiene la vida… Es que hay que tener espíritu para ver solo lo bueno en esta vida. ¿¡Cómo es eso que los villanos siempre se salen con la suya?! Algo me huele mal en esa frase común. Desde chiquita la religión y los mayores me decían que debía portarme bien, y la verdad resultó ser más fácil que portarme mal. Ahora hasta a veces elijo el camino más difícil… aunque a veces se llega igual, vale el esfuerzo que pone cada uno, además, todo hecho es importante para aprender de él.
No es que fuese una niña buena, sino que me pesa en el pecho cuando cometo algún error. No algún error humano, sino debería ser una suicida en este momento, sino un error espiritual… Siendo indiferente, discriminando, hiriendo, maltratando, juzgando…
Que la paz interior comienza con la paz con el mundo externo. Que no hay nada más placentero que dormir con la conciencia tranquila. Pero ¿Y las malas hierbas que pueden dormir? Dos cosas; a los que no pueden dormir, se les puede perdonar… pero a los que duermen tranquilos no, porque eso indica una irregularidad en sus valores, una persona que no se avergüenza de sus defectos, tiene los valores trastocados.
Hoy aprendí que el brillo en la mirada de mis amigos no la cambio por nada. Que hay falsos rubiés, que actúan quedándose con vos, para partir mientras te dormis en su confianza, con el pirata que tiene el cofre. ¿Qué es lo que queda? La desilusión, nada que no pueda rellenar los otros cristales y zafiros que llevamos en el alma, los verdaderos amigos.
Hoy aprendí que nada termina con la muerte… depende de la grandeza de tu alma, o de la estupidez humana, el recuerdo… Hitler murió, y todavía hay millones de racistas deambulando por las calles, Lennon murió y personas de todo el mundo cantan sus canciones, Luther King falleció hace rato, y los pacifistas continúan con su marcha, Andersen pereció y sus cuentos siguen conmoviendo a todas las personas, Favaloro se suicidó, y mucha gente sigue viviendo recordándolo con cada bypass que los salva, Jesús murió crucificado e infinito es el número de creyentes que tienen fe en él.
Hoy aprendí demasiado con una simple invitación ¿O es que tenía alguna poción mágica escondida?
¿No les digo? Estoy llena de dudas. ¿O son afirmaciones escondidas entre signos de pregunta para apaciguar mi juicio?
1 comentario:
Creo que lo mejor que nos puede pasar es tener preguntas, por que ellas les dan sentido a nuestra vida.
Seguí pensando y dejando tus preguntas en este lugar que sin dudas te vuelve libre
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