jueves, septiembre 17, 2009

Vendrá el amor... y tendrá tus ojos.

Desperté, con la extraña sensación de que te amaba.
Extraña, pero hermosa. Me sentía feliz.
Tan solo un gesto sutil, pero cariñoso.
Dulce.
Te miré, los ojos, azules... cansados, ahora, como el mar profundo.
Un sabor especial, que se me olvidó.
Como la frase de la quinta estación que te quería dedicar,
y ahora no recuerdo.

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