lunes, julio 26, 2010
Palabras primeras.
En un momento, trata de escaparse de mis mano y se estira hacia adelante para agarrar el mantel y lo pronuncia, lo me denuncia, o protesta, o reclama, o me putea: tocotocotocotocopfsz.
domingo, julio 25, 2010
El tiempo...
Otra que para el psicoanalista: Que me parezco a mi abuela (materna) es, sino el unico, uno de los más lindos elogios que me pueden hacer. Y mi orgullo. Que también se agranda cuando me dicen que Maite se parece a mí. Entonces, digo, también se parace a mi oba.
Y guardamos genes Shinzato, de piel blanca, cara redonda, huesos fuertes y calladitos. En esto último mi ahijada se revela, y los Hamasaki toman el control.
Estaba ella dibujando, yo miraba NHK.
-Este anda- me dice levantando una birome, después de probar las fibras de colores tristes con tinta agonizante.
-¿Ah, si? ¿De qué color es...?- le pregunto mientras hago un garabato- ¡Azul!
-Dibujame una vaca.
-Bueno, a ver... - intento, una carita más que de vaca, de perro, y comienzo a hacerle el cuerpo: un ovalo.
-No se parece una vaca- me dice mirando mi dibujo.
-¿Qué?- le digo incrédula a su vocecita después de mi gran esfuerzo.
-No se parece una vaca- me repite con la seguridad de siempre.
Yo me rio porque acepto mi fracaso artístico y le digo- Bueno, entonces hacela vos a la vaca.
jueves, julio 22, 2010
martes, julio 20, 2010
Impresentables.
Había buen vino. Sentados en rueda, los amigos compartíamos el vino y los camarones y la mar que se abría, libre y luminosa, a nuestros pies.
Mientras ocurría, esa alegría estaba siendo ya recordada por la memoria y soñada por el sueño. Ella no iba a terminarse nunca, y nosotros tampoco, porque somos todos mortales hasta el primer beso y el segundo vaso, y eso lo sabe cualquiera, por poco que sepa.
E. Galeano, del libro de los abrazos, La fiesta.
Ustedes se merecen lo mejor. Todos los santos y demonios días. Y eso es lo que les deseo siempre. Quería dedicarles algo mejor, pero no estoy inspirada y forzarlo por un día chotto así, no acredita.
Los amo. Los veo otra noche, donde pueda incrementar mi felicidad viendolos doble. ;)
Tomodachitos!
Estoy llorando amigos... de verdad. Y me rio muchísimo en silencio para que mi ojí que está sentado detrás del monitor no sepa que se me oxidaron los tornillos. Y ahora me meo.
Sufro de memoria a corto plazo... no sé quién sacó las fotos (Pabloito) o si con la tecnología de ahora las fotos se sacaron solas. Pero empezamos bien, posando, estática. De pronto Karina dijo, cambiemos de posición, cambio, cambio, cambio. Quise subir toda la secuencia pero la re paja. Pero posta que algún día se las voy a mostrar.
En esa foto estamos todos... los 6 chinitos del Argenchino. Yo, me escondo detrás de Meli, pero atenti al detalle: En esta foto se ve claramente como queda el Angel después de mi puñetaso sobre su rostro. ¡Mirenla! ¡No puedo parar de reír!
Ustedes se merecen lo mejor. Todos los santos y demonios días. Y eso es lo que les deseo siempre. Quería dedicarles algo mejor, pero no estoy inspirada y forzarlo por un día chotto así, no acredita.
Los amo. Los veo a la noche.
(Sí, no me comparen con los fotoyop de Kari porque yo no hice el curso!)
lunes, julio 19, 2010
Balas y mariposas.
Sí, pero miss contrera dice; tampoco es tan así, los padres se hacen. Y también son humanos. Ellos tienen sus creencias e inevitablemente las transmiten. Y si me pongo en la piel, no de padres, de tía y de madrina y prima grande... sí, les voy a inculcar Mis valores... y dramatizando todo, mis pibitas temerían confesarme que son de derecha por ejemplo.
En cuanto a la ley:
Eso no significa libertinaje, corrupción de la sociedad y desestructuración de la familia. Porque ya la cagamos, estamos pisando bosta, y no me vengan con eso de antinatural/anormal/enfermos. ¿Dónde queda la normalidad? ¿Allí donde la resistencia oculta los deseos íntimos?Allí no se hallará.
Un poco de tolerancia es salud. La ley es menos represión. No va a haber más gays, va a haber menos represión.
Revolución; la hacen las balas, pero también las mariposas.
Que se sobreentienda.
La 88 es fantástica. Actriz de Iguazú.
miércoles, julio 14, 2010
Paz 1
En las miserias más salvajes, cuando la vida peligra y se violan los derechos como los de las ratas de laboratorios. Cuando toda la cultura social que armamos como albañiles se nos viene en contra y no responden al resguardo.
Cuando el alma está con la regla, ahí donde somos sensibles, hermanos, nos unimos. Cuando sentimos; cuando lo ajeno es propio y lo propio es ajeno.
Cuando somos más seres que humanos.
Las masas. Las protestas. Las movilizaciones. Las celebraciones. La unión de manos, barrera humana, límite de lo que se quiere y contenido.
Sh. Eso. Esa imagen es más fuerte que el poder de dios. Que no se diga o el señor se enojará. Es una estrategia la iglesia.
Cuando los hijos se dan cuenta de eso más allá del vientre y la sangre. Más allá de la pertenencia y la identidad. Más allá de las diferencias y similitudes. Cuando los hermanos comprenden tus lágrimas, a eso, paradójicamente, le teme dios. Porque si dios es amor, los hermanos unidos son más grandes que el amor.
Eso es un lazo, lo verdadero. Y nadie lo puede negar.
Y los que perciben, saben que somos pasionales, y de ahí nos nace la hermandad. El fervor del aliento, las corridas, los triunfos. Por eso temen que dios ahora haga política. Porque los hijos aman a dios al fin de cuentas.
The last song (Elton John)
martes, julio 13, 2010
Jugando limpio.
Bueh, tampoco seamos HDPs! De Pes!!!
Porque la limpieza de la ciudad, la hacemos entre todos. Más allá de los recolectores, que hacen bien su trabajo, también garpa bien, y también tienen derechos para los paros de vez en cuando.
Pero te digo a vos, vieja chota, que te comes los caramelos y tirás los papelitos a la calle ¿no te da vergüenza? O vos pibe, que agarrás los folletos y los tirás medio metro después a la vereda (sucia) ¿Qué te cuesta decirle “no, gracias”?
Irrespetuosos, maleducados.
Lo sé, lo sé, a todos nos ocurre alguna vez, pero ya basta. O sea, abrir la ventana del Bondi para tirar la envoltura de un chicle ¡es cualquiera, date cuenta! Bueno, yo de pajera, pero ¿no es más fácil guardarlo en el bolsillo con todo el esfuerzo que implica abrir esas ventanas? O los boletitos, ¡no me los tirés al piso! ¡NO ME LOS TIRËS! Te empapelás el cuarto con eso, pero ¡NO ME LOS TIRES, CARAJO!
No soy ecologista, para nada, pero tampoco soy de los que tiran las cosas a la calle.
Aunque no lo crean, porque es de no creer, hay gente (de esa gente pura que todavía no fue contaminada por el smog) que se agacha atrás tuyo y levanta los papelitos que tirás. Laura es una de ellas. Y si puede te pega y te dice -¡No tirés los papelitos a la calle!
Igual, no pasa por la basura. ¡Basura hay en tu cabeza! Si estuviese limpia, la consciencia y el mismo hábito impedirían aquel actito sucio descalificante.
No pasa por el tamaño, ni por el actito. Si se hace, se hace y punto. No hay escala.
Es el respeto por el otro y por la naturaleza la fuerza resistente que impide que tus dedos liberen los papelitos a la calle. Y si se vence, por más pepelito de piñata que sea, te cagaste en los demás. Cagador.
¡Hijos de P! SAM_BADI_TUUUUUUUUUUUUUuuuuuuuuuu PROOOOOOOOO.
Yep, la limpieza la hacemos entre todos, dijo uno del plan trabajar; en las plazas de Almirante Brown, hay 5 tipos en una esquina barriendo la misma hoja… o quizá jugando limpio.
domingo, julio 11, 2010
Lavaye y Boolnes.
Si no, no me explico cómo cada vez que los veo vuelvo más limada y despierto al otro día con el humo entre mi almohada. Y menos, cómo terminé desayunando esa verga en Mcdonads.
Sonsos, meses que nos los veía, y años los extrañaba. Si tuviera fotos, lo subiría. Si tuviera face, podría afanarlas del de Mecha. Panty en el recuerdo. ¿Cuándo vovlemos?
viernes, julio 09, 2010
Sean eternos los laureles que supimos conseguir.
Cerca de alguna estación, entre Lomas y Lanús, diría yo, leí este cartel hoy: 200 años de dependencia.
Me dio tristeza. Sí, falta poco para los 200 del 9 de julio, que también festejaremos, seguro. El cumpleaños de la libertad. Bueno, por así decirlo. Nunca fue libre la libertad.
Las palabras bellas, nunca se alanzan. Alcanzan para ellas solas y para nadie más. Para nosotros, siempre vienen acompañadas de algo que las hace más chiquitas pero accesibles. Porque más que palabras son ideales.
Entonces, pensar en todos aquellos que lucharon por la libertad. Los soldados anónimos que querían su tierra para ellos, para nosotros… Los grandes monstruos de mi corazón. A veces la historia es un arma de doble filo. Es que en realidad lastima pensar que todo fue en vano. Tanto sacrificio, sudor, lagrima, sangre, efisema.
Caer de nuevo y siempre en manos de los emperadores capitalistas, esos contra los que lucharon ellos al principio para concedernos la independencia y nos valgamos de nuestro propio espíritu.
Nosotros nos dejamos vender y caímos a sus pies sin ninguna resistencia, al precio de sus secreciones.
Nos están haciendo mierda la casa hermanos ¿Qué vamos hacer? ¿Esperar hasta que se nos caiga el techo? ¿Quién recibe las denuncias? La están minando y después a remate. Vendepatria, uno de los peores insultos, pero que cuando son dichos, son merecidos. Y a nosotros nos matan nuestros hermanos y quién nos debe proteger.
Los angeles se revelaron contra los herejes, ahora le dejan el trabajo a los residentes.
No, no no. Malas noticias, todas malas noticias. TN miente. Todas (malas) noticias: Papá noel no existe, el ratón Perez es tu viejo, Dios no es argentino, los uruguayos toman más mates que nosotros y la inseguridad ahora se metió en mi consciencia.
Por suerte, no leo las noticias. Un fricé, 6 vasitos, La Fiesta de Galeano, y salud. Gran felicidad. Rara, felicidad al fin.
Coronados de gloria vivamos. OooooooooooooooooooOOOOoo OOOOo oooooOOO oOOOOOoooOOo OOOOoOOOoOOOOooooooo OOOOOOoooooo OOOOOoooOOOOOooooO OOooooo ooooOOooo
lunes, julio 05, 2010
De los abrazos.
Con las ilusiones en las manos, y las venas abiertas. Azul, el color de las ilusiones, azul la sangre, azul la birome.
Las prepara para sorprender. Las guarda entre sus puños, reteniéndolas. Protegiéndolas.
Todo, con tal de una sonrisa. Un juego inocente, infantil.
La pálida le comprime el tórax, y vuelve a caer. Necesita los brazos de alguien, necesita agarrarse de algo, para arrastrarse. La pálida es claramente el lunes.
Pero le agarra el domingo, domingo tarde.
Prende la luz del baño, y amenaza abriendo la canilla, mirando el jabón. Pero se mira al espejo, mira sus manos, del derecho y del revés. Del derecho y del izquierdo. Y no tiene fuerzas. Tiene tenues esperanzas verdes, casi amarillas. Imagina sus ilusiones borrándose con el chorro de agua caliente y las burbujas del jabón. Todas esas sensaciones que asesinaría. Todo su esfuerzo suicidado.
Decide seguir. ¿Y mañana? Se debate. Se debaten los caramelos. Caramelos rojos, y ninguna pastilla.
Termina el parcial, y sobre su firma deja en lápiz, la frase de Galeano. Sale, camina por Uriburu y después por Santa Fe, buscando el libro de lo que necesitaba. Comienza a leerlo, y la ternura le dan ganas de llorar, era lo que necesitaba. Se deja caer en sus brazos para reconfortarse.
viernes, julio 02, 2010
Zurdito de mierda, mío.
Que era su media naranja.
Esas cosas no existen.
Él ahora es un banana, una naranja exprimida, una naranja arrepentida.
Pero sigue siendo lo mejor de ella. La mitad de su alma.
Ella lo extraña.
Extraña tenerlo en su espacio. Le molesta que ahora su escritorio, su tiempo, sea todo para ella, y él, ya no la invada. Extraña que de a poco su brazo izquierdo la aleje hasta quedar reducida al borde, con casi nada para ella, casi todo para él.
La hacemos bien, la hacemos completa. No sé de qué día es eso. Sólo puedo asegurar, porque es evidente, no porque me acuerde, que NO estábamos en pedo.
Bonitos hijos de puta.
La violencia del tono, la vociferación. Y no me digas que no te escucho porque se te percibe.
El ritmo de las tres palabras, que te salen con naturalidad, aparecen. Pisando fuerte, casi fajándote. Con acento en la i y en la u. Con atención en la S. Esa ese enojada que vibra entre los dientes, escapándose casi sin ser vista, se choca con el sarro y vomita la furia. Se deshace e intenta trascender, en micelas de saliva en la que estalla. Y me golpea.
Que no es lo mismo que hijoputa, no me da la misma satisfacción.
El contexto.