She's not the kind of girl
You hear about
She'll never want another
She'll never be without
She'll give you all the signs
She'll tell you everything
Then turn around and walk away
Dream Theater-
Esperá, antes de que te vayas tengo que decirte que... Hoy es distinto. ¿No lo notás en el aire? Las moscas están de revolución, se pegan en el vidrio pero buscan otra cosa. El café Dalí se me enfría, lo demoro porque le pusieron canela y la detesto. ¡Puaj! Ese cuadro, me tiene encantada. ¿Lo viste? ¿Qué es? Atrás tuyo. Te lo interpretaría pero soy un desastre con el arte. Siempre me gusto... pero es triste, no sé, hay algo ahí que es triste. Ahora que lo veo bien; es una cara con forma de bota sostenida con palos. Supongo que me acostumbre a que esté a tu derecha. Como me acostumbré a esos abogados que se sientan en el centro, sus cortados y el humo entre sus dedos. Como me acostumbre a que Carlitos venga a hablar de fútbol con vos. A mí me sonríe porque otra no le queda. Pero nos atiende bien y es amable, a pesar de que le dejamos poca propina. Debe saber que salimos del colegio, nos vio con el uniforme. ¿Se dará cuenta que le dejo grullas al lado de la propina? ¿Pero se dará cuenta que son para él? ¿Viste las flores del octavo? Es una estupidez, pero me gusta mirarlas. Cortan con el blanco y negro del edificio, es el único piso que tiene color. Tiene vida. Una sóla vez vi a una viejita regarlas. No me gustan las flores, sabés, pero esas sí. ¿Las ves? ¡Qué las vas a ver, si no podés sacar la vista del televisor y ese partido de porquería! Tampoco entiendo de deportes, por eso no debe hablar conmigo Carlitos. Miralo, como seca las copas mirando ese cuadrado negro, se le van a caer algún día. ¿Sabés? Quería decirte... hace unos meses me dijiste mientras caminábamos por Yrigoyen, esa frase que te gusta tanto... ¿El silencio es salud? No sé que decirte. Ni me mirás ni te miro. No tiene sentido, nos dejamos de importar. Tampoco querés saber todo esto que te estoy diciendo, y me escuchás por cortesía. Hoy es distinto, dejaste de ser mi mundo. Nos dejamos. Creo que el viento de Necochea mi voló el amor, dejé de perderme en tus ojos. Hoy es gris, lo acepto. Un dejo de tristeza, pero vos proponés y yo acepto. No hay nada más que sostener. Dejamos de intentar, librémonos las manos. Hoy es distinto, ¿viste? dejamos de pelear y coincidimos. Como coincidimos en Nada, por muy poco que parezca si nos moviliza el mismo tango. Como coincidimos ahora, sentados acá, en el mismo lugar y la misma hora, en el instante exacto en que a Carlitos se le estrella una copa contra el suelo, y lo predije. No es el instinto femenino, es que ustedes están mirando la tele. Los cristales rotos esparcidos llegan a nuestros pies, ¿señales?Sabemos que es más que el ruido del vidrio quebrándose. Dejamos de hablar porque comprendimos que no había mucho más para decir. Así lo entendimos los dos, otra vez lo coincidimos. Por eso te vas antes de que te diga algo: pagaste la cuenta pero no dejaste propina. Me permitís a mí el ritual, pero hoy es distinto. Sin ánimos de plegar una servilleta, dejo que vuele la grulla.
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