Claroscuro,
la contradicción espontánea pero sincera. La honestidad de saberse
absolutamente perdido.
¿Tomás café
con leche o leche con café? Lo mismo con vos, pero no me pidas una lágrima por
favor.
Una vez
escuché en la radio, a un tipo que decía que el amor no es eterno, por lo
tanto, uno no lo puede prometer. Pero sí, en una relación que se rompe, uno
tiene la obligación de seguir respetando al otro, porque es sobretodo persona.
Los finales abiertos son insalubres. Y tampoco
tengo el coraje para terminarlos, por eso escribo.(Y que siempre las cartas
sean para Astor, eso es patológico) Hoy lo vi, iluminaria de Avellaneda. Hacía
rato había decidido borrarlo de mi vida. Pero parece que eso no depende de la
voluntad. Lo reconocí en seguida y moría por abrazarlo –aunque insisto, no lo
merece- . Y esto ya no lo puedo evitar, porque Astor entró, y ahí quedó, y
siempre voy a sentir cariño por él. Aunque en treinta años no sepa quién es, ni
quien soy. Está determinado por alguna unión inquebrantable, no razonable.
Y todo
esto, porque hay algo.
Algo, que
nunca vas a entender.
Algo que
no me vas a poder creer.
Algo, no
sé.
Algo no
tuyo, sino mío.
Algo en
vos, que produce en mí la vibración de la médula.
Esa
manera tan estúpida pero noble
de
mirarte y sonreírte.
Algo, que
tiene el boleto de vuelta, pero no el de ida.
¡No sé,
algo!
Algo sí,
entre nosotros
por más
pequeño, bello.
Un café
en las escaleras;
vos a la
espera de una nota ,
Yo con la
incertidumbre si te voy a volver a ver.
¡Algo!
Y hay algo
también que no estoy haciendo. Porque yo también creo que si te diera todo, lo
más auténtico de mí, lo más; virgen, zurdito y quejoso, pero con la intención e
intensidad máxima, llegaríamos a eclipsarnos. -Deleitar dos capítulos de Henry Miller-
Por ahora
nos llevamos muy bien hacia la nada.
Ay
Iluminaria ¡si supieras! Cuando no estoy sobre las vías, viajo en el verde. Hay
una parejita, que desprende amor (El es morochón y está bastante bueno. Ella es blanquita y sobre gustos...). Los vi una sola vez y hoy, después de
mirarlos durante el viaje, reconocí cuando bajaron que eran ellos, por lo mismo
que te decía. Por eso que provocan. Y ni siquiera se dan cuenta. Mejor.
Y todo este
rollo, no es porque tengo ganas de escribir.
Todo esto y
tu verso, es lo que hay.
Y todo esto
para decirte que la simpleza del algo es buscar el sol si mañana llueve. Aunque
el sol seas vos, en este momento. Que es como decir rebuscadamente que te quiero.
Que es como
esperar cualquier tipo de respuesta menos que me digas que es una canción de
The Beatles que compuso Mcartney.
Que es
básicamente lo mismo que me pidas una lágrima.
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