Un día que me quedé a dormir a lo de mi abuela, resulta que a mi celular se le estaba acabando la batería y no encontraba ningún enchufe desocupado. De casualidad veo uno lleno de grasa, entre el microondas y la cocina, a la altura de mi vista sin ningún lugar cercano donde apoyarlo. Más arriba cerca del techo, veo una especie de estante, muy angosto "justo para apoyar celulares" pensé. Porque carecía de utilidad, sólo tenía una taza con té adentro. Mi oba que estaba ahí lavando los platos, vio lo que acababa de hacer y me re cagó a pedos por lo que tuve que sacar de ahí mi celular. "aaaaaaaaah" Le dije yo mientras ella se reía y me decía "No, no, porque eso".
Los japoneses tiene eso... de tradicional y de respetar rituales que me parece tierno.
Ahí me di cuenta que ese era su lugar sagrado. La cocina. Donde prepara la comida para toda la familia y termina por sentarse siempre última a la mesa. La cocina, su lugar, porque nunca está sola.
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