La felicidad es simple. Unos ricos fideos, la cola limpia, unos brazos donde dormir, algún que otro chiche para entretenerse por diez segundos. Dar tres pasos y aplaudir por eso. Dar dos, caerse en el tercero, y en vez de llorar, volver a aplaudir. Eso, aplaudir sin motivo, reírse por cosas simples. Y felicitarse siempre por cada paso dado-
¿Cachai po?
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