domingo, noviembre 11, 2018

Salud pública. Siempre resistir.

¿Quién la agita hoy que llueve y está fresco? ¿Quién la agita hoy que preparamos los mates y tortas fritas para ver el superclásico? (O la final de lo que sea)
Oh, manada de mentes brillantes.
Proponen un proyecto de ley donde los profesionales de la salud pasen a ser empleados administrativos y...
¡Y nadie la agita!
Le digo a usted, compadre, que anduvo quejoso cuando lo hacen esperar en una guardia, y se escuda en otras personas para manifestar su mierda.
¡Indignese, ahora sí! ¡Es ahora!
A usted que llega dolorido o angustiado, a usted que llega en una urgencia, que necesita un estudio, que ingresa con miedo al quirófano (no se imagina el mío) o que necesita una mano que le de fuerza y pueda pujar.
Los he visto en acción, acudir con más vocación que otra cosa. Porque la mano, la caricia, la  sonrisa, el chiste... eso no se enseña en la universidad. (Porque poseen título universitario)
A usted compadre, que andaba quejoso de la atención de guardia en Hospital público. No lo veo agitando la bandera, defendiendo la salud pública, eso que es de todos. Eso que es un derecho, eso que pagamos entre todos. Compañero, no lo veo ni asomándose al agite.
Porque en definitiva, no era el motivo la salud pública. Nunca lo fue. Ni lo fue la foto subida a las redes de los abuelos esperando en la guardia. El reclamo era personal e individualista... es más manipulador por esconderse en imágenes que conmueven y hacen vomitar a la gilada.
Eh, compañero. es así. Nunca fue un reclamo popular. Nunca fue defender la salud publica, que no es más que su salud. Porque tirando para el mismo lado, el país va para delante. Tirando mierda encima de los compañeros laburantes, uno refleja su condición.
Y ahora, no la agita por los profesionales de la salud. Pero si acude al hospital y lo atiende un administrativo, si que la agitaría nuevamente.
Porque estamos creados para saltar como leche hervida. Porque no le importa ni la embarazada, ni el niño, ni los abuelos. Hermano, lo que realmente le importa es su propio culo.
Y le diré más. La calidad de la salud pública, se sigue manteniendo gracias a la vocación de estos profesionales de la salud. Que siguen apostando a la defensa de la cual no adhiere.
La lucha no es de los profesionales de la salud, que se entienda. Es de todos, por la salud pública. Porque cuando nos caguemos encima o nos rompan bien el culo, los primeros en acudir, serán ellos... sin importar quién seas.





(En casa no se insultaba. Mamá es inmigrante así que no sabe putear. 
A mí me sale natural, congénito. Nací en el conurbano bonaerense, llevo el riachuelo en la palabra. 
Además estoy recaliente y nomecalmounamierda, sepan disculpar el exabrupto) 

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