¿Qué si
tiene miedo? ¿De qué, por el coronavirus?
Justo 4 hrs
antes de que se decretara aislamiento obligatorio, llegué a la casa de la oba.
Y ahí estuvo, toda una hora explicándonos como se suma en el soroban. “¿Un poco difícil no?” nos decía porque se daba cuenta que no cazábamos un palo.
Y ahí estuvo, toda una hora explicándonos como se suma en el soroban. “¿Un poco difícil no?” nos decía porque se daba cuenta que no cazábamos un palo.
Ella, es de
las últimas familias de samurái de Motobu.
Sobrevivió a la guerra, poca frase para tanto. Y lo que vino después… como se escondían entre los yuyos cuando aparecían los soldados cerdos yanquis, y como cuando no se pudieron escapar y violaron a la tía. “Pobre tía” dijo “mamita era más bajito, parecía chico. Pero tía era más alta”
Y después de eso el hambre y las batatas.
Sobrevivio a la malaria. Que es como malo pero más grande.
Sobrevivio a la distancia, al desarraigo.
Desafió el tiempo y el espacio. Nunca se calló.
Sobrevivió a las burlas y el bullying (aunque no lo supiera) primero en naichi y después acá.
Sobrevivió a la guerra, poca frase para tanto. Y lo que vino después… como se escondían entre los yuyos cuando aparecían los soldados cerdos yanquis, y como cuando no se pudieron escapar y violaron a la tía. “Pobre tía” dijo “mamita era más bajito, parecía chico. Pero tía era más alta”
Y después de eso el hambre y las batatas.
Sobrevivio a la malaria. Que es como malo pero más grande.
Sobrevivio a la distancia, al desarraigo.
Desafió el tiempo y el espacio. Nunca se calló.
Sobrevivió a las burlas y el bullying (aunque no lo supiera) primero en naichi y después acá.
Con templanza y convicción.
Desde que la conozco que ve y habla con espíritus. Más de una vez los echó por estar donde no debían.
Cura con las manos y con la energía.
Sobrevivió la pérdida del marido, y del chonan. Porque perder un hijo debe ser una cosa, pero perder un chonan es otra.
A principio de año me dijo: “Yo ochenta por ciento allá” y señaló hacia arriba con el dedo “veinte por ciento acá” Siempre supe que la oba nos va a dejar cuando ella quiera.
¿Qué si tiene miedo? Creo que no conoce esa palabra.
Desde que la conozco que ve y habla con espíritus. Más de una vez los echó por estar donde no debían.
Cura con las manos y con la energía.
Sobrevivió la pérdida del marido, y del chonan. Porque perder un hijo debe ser una cosa, pero perder un chonan es otra.
A principio de año me dijo: “Yo ochenta por ciento allá” y señaló hacia arriba con el dedo “veinte por ciento acá” Siempre supe que la oba nos va a dejar cuando ella quiera.
¿Qué si tiene miedo? Creo que no conoce esa palabra.
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