sábado, febrero 10, 2007

Cuando leas esto, amigo por favor te pido disculpas por estas palabras.

Cuando suene la alerta
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando se avecine la tormenta
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando comience el juicio
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando se haga la noche
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando me canse de este mundo
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando me retrase en la carrera
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando vuele demasiado alto
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando quiera saltar al vacío
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando tenga que cruzar la avenida peligrosa
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Cuando deje de creer en las ilusiones
amigo, por favor te pido: tómame la mano
Porque tú haces que me sienta segura
Tú que tienes el poder de convertir las ráfagas en tibias brisas, las críticas en importantes consejos, la noche en el mejor momento para disfrutar, lo trágico en una ligera molestia, lo eterno en un agradable paseo.
Tú que me cuentas tus cuentos
yo cierro los ojos y te creo
a nada le temo
No nocesito otros mitos para comprender la realidad.
Es mi secreto, mi amuleto y el lugar, donde late mi corazón y guardo los sentimientos: el hueco que se forma entre tu mano y la mía.
Por eso amigo, es muy importante
este último deseo...
Cuando me llegue la hora
amigo, por favor te pido: suelta mi mano.

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