martes, mayo 10, 2011

De 1:12 a 1:15 me quedé profundamente dormida sobre tu caja andina. 
Cruzamos Rivadavia, cruzamos palabras, cruzamos los de2deseos, cruzamos el lazo y los cromosomas ya no cruzan los brazos. Cruzamos los límites. 
Las cuatro paredes, tienen lo mismo de especial, que una pizza desabrigada. 
Le cuento a Cielo, y me mira feo; acusándome de evangelista y radical. ¿Qué le voy a explicar las cosas que ni yo entiendo? 
Estamos descubriéndonos. Y nuestros encuentros, tiene el sabor del wasabi. 

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