sábado, marzo 28, 2020

Sueños.

Ayer soñé con vos. Fue hermoso, y raro. 
Porque nunca sueño con vos. 
Muy real. 
No había tiempo, porque podría ser actual, pasado o del futuro. 
Estábamos en algún lugar, que no presté mucho atención 
pues era feliz, 
pero comíamos; una especie de confites 
hechos con merengue bañados en chocolate 
con forma de alubias, así 
pero sabían increíbles.
Y me dijiste "Dentro de unos días viene Nelson" 
Loco, 
Creo que nunca tuve necesidad de soñar con vos, 
porque eras lo último que veía a la noche 
porque te buscaba con la mano si te extrañaba
y porque si abría los ojos estabas ahí. 
O tal vez haya sido 
porque la única vez que soñé con vos... 
no debía 
en aquellos tiempos primeros, 
donde casi no nos veíamos 
y donde el único lugar de encuentro tal vez era el comedor 
muy muy al comienzo, 
soñé que estábamos enfrentados ahí
en ese cuarto de mierda decorado con 
carteles amenazantes 
nos separaba esa mesa salvadora 
y me mirabas 
me decías algo 
que me hacía sonrojar 
y que devolví con una sonrisa...
pero eras vos, o tu figura, o tu presencia 
Cuando desperté sentí en mí algo raro 
pero muy lindo
y reprimí ese sueño porque supuse que estaba mal 
vos tenías tu amor, 
y yo el mío. 
Después, me reía de eso,
minimizándolo, ridiculizándolo
negandolo
Y ya ves, o no ves, el día que termines la novela de Allende 
que te regale antes que mis besos 
me dirás la página exacta de la metáfora: 
la verdad es fuerte por esencia 
no hay roca que la pueda esconder
ni pensamientos que la puedan evitar 
ni mucho menos sentimientos que la puedan contradecir 
aunque eso vaya en contra de nuestra integridad 
la verdad es luz propia 
que siempre busca libertad  
es esa inquietud interna 


que hace que te muevas. 

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