jueves, octubre 23, 2008

Yo temo

Yo temo, porque soy cobarde. Porque soy inseguro. Porque pienso mucho, y luego existo. Pero gasto mucho tiempo pensando, entonces casi nunca existo.
Pensando en mis miedos, y en mis dudas. Pensando en los incierto, claro, el futuro.
Yo temo. Porque el mundo tiene boca. Dice mucho. Y también fuma. Masquea chicle, desinteresado. Simula. TIene una linda sonrisa, unos grandes y filosos dientes también.
Yo temo, porque muchas veces me pierdo en mis propios laberintos.
Temo a la descepción, temo a sufrir, temo al fracaso... Y fracasar es no intentar. Vuelvo a pensar. Mucho. Me asusta.
Temo dar vueltas infinitamente a mis problemas,
temo salir de un clima templado.
Temo al extraño, temo al ladrón, temo a la violencia, temo a la guerra, temo a la tragedia, y la única conclusión que saco es que me temo a mí mismo.
Temo tus silencios, más alos míos.
Temo a sus risas, más si me miran.
¿Es temer a la vida? No es exactamente la vida lo que asusta.
Es facil decir que vale la pena correr el riesgo, o que es sólo una cuestión de peso, o de actitud.
Es fácil caerse, pero cuesta levantarse. ¿Y levantarse no es crecer? ¿Quién pierde más?
Supongamos que decido condenar mis sueños, porque sé que el mundo no es para idealistas. Resulta que me transformo en un realista que perdió su esencia... Y un realista que vive una realidad negativa ¿Es un pesimista? Cerca, cerca.
Miedo al exterior... miedo al interior... me encierro cada vez más en mí mismo.
Yo temo, sobretodo a que te pierdas. A que te venzas. A que tires la toalla.
¿NO te perderás verdad? ¿Por mí?
Quítame un miedo menos de encima... por favor...
Sé que eres fuerte, y lo puedes hacer.
Hermosa.

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