Muy, muy al pedo. No sé cuántas cosas escribí entre ayer y hoy. Creo que es la necesidad de escape, porque también me esmeré en leer todos esos capítulos del Guyton que siempre esquivé. (Por eso nunca voy a ser una chica Puán, porque chica Puán lee… gente con nombres grosos que no conozco, tipo Joyce, Salinger, Durkheim, si, ni escribirlos bien sé. Porque el profesor a chica Paraguay le dice “No hables de V/Q con la gente, a los demás no les interesa, si te querés levantar a un flaco con V/Q vas muerta eh” y yo lo escucho y me cago de risa. Y obvio que no sé qué carajo es V/Q todavía)
Sentada frente al monitor, me encanta la cultura blog, y esta posición, me provoca una contractura del hombro derecho que me dura una semana. Pero me la banco.
La tele atrás mío, le doy la espalda, puse un canal de deportes y escuché los himnos.
Después puse a Aristimuño mientras seguía leyendo, si supieras Mel… hasta que terminó la canción. Entonces me doy cuenta que el periodista dice muchas veces Uruguay. Quince minutos pasaron hasta que me di cuenta que era el partido equivocado…
Muchachos, gol de Carlitos mientras escribo esto y parece que lo van a anular… qué se yo.
Soy demasiado ignorante para comprender los deportes, y demasiado estúpida para verlos. Siempre termino sufriendo por el que pierde. Me pregunto si Márquez tendrá los rasgos de los axolotles.
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