Para Jo y sus hermanas mujercitas.
En las miserias más salvajes, cuando la vida peligra y se violan los derechos como los de las ratas de laboratorios. Cuando toda la cultura social que armamos como albañiles se nos viene en contra y no responden al resguardo.
Cuando el alma está con la regla, ahí donde somos sensibles, hermanos, nos unimos. Cuando sentimos; cuando lo ajeno es propio y lo propio es ajeno.
Cuando somos más seres que humanos.
Las masas. Las protestas. Las movilizaciones. Las celebraciones. La unión de manos, barrera humana, límite de lo que se quiere y contenido.
Sh. Eso. Esa imagen es más fuerte que el poder de dios. Que no se diga o el señor se enojará. Es una estrategia la iglesia.
Cuando los hijos se dan cuenta de eso más allá del vientre y la sangre. Más allá de la pertenencia y la identidad. Más allá de las diferencias y similitudes. Cuando los hermanos comprenden tus lágrimas, a eso, paradójicamente, le teme dios. Porque si dios es amor, los hermanos unidos son más grandes que el amor.
Eso es un lazo, lo verdadero. Y nadie lo puede negar.
Y los que perciben, saben que somos pasionales, y de ahí nos nace la hermandad. El fervor del aliento, las corridas, los triunfos. Por eso temen que dios ahora haga política. Porque los hijos aman a dios al fin de cuentas.
The last song (Elton John)
1 comentario:
Oh Jo darling!Seguramente no te diste cuenta. Algunos dicen que soy misteriosa, forma sutil de decir "enferma".
Abrí el blog hace años porque lo necesitaba pero el motor fue lo que te quise decir y seguramente no me animé. Eso es lo que recuerdo. Igual que acá.
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