Llegará a su casa, y al abrir la puerta la abrumará la nostalgia. Una balacera de recuerdos apuntándole al pecho. Sentirá la ausencia poderosamente presente. Cada rincón escondiendo los recuerdos felices que nunca volverán. La irán apagando, la irán reduciendo.
Sin embargo, ella sale a hacer los mandados por mucho que desee quedarse en ese encierro tan suyo. Sale, y descubre que el día está soleado y eso ayuda.
Y mientras espera su kilo de papas y manzanas, un hombre de la cola; un vecino (si se quiere) le da charla. El mismo que cada tanto (cada vez que pisa la calle) se lo encuentra en algún negocio. Ese que uno tiene de vista y quizá cruzó algunas palabras. Ese que le toca la sensibilidad por esas cosas que uno no sabe; pero le cae simpático. Y en esa charla instantánea pero amena descubre conexiones con su esposo, que tristemente perdió hace poquitos años. (fechas, gustos, manías)
Atrás de ellos, la vieja chusma los observa, intenta escuchar. Graba cada movimiento.
Es fugaz, el verdulero termina el pedido y la despachan. Se despiden, pero saben que van a estar dando vueltas por esas cuadras terminando de hacer las compras.
La mujer se mete en el almacén de al lado, conmocionada, casi huyendo. En su rostro, improvisa el reflejo de sentimiento que está gestando. Hace el pedido pero no puede pensar más que en el destino o en las coincidencias, no hay lugar para las pasas de ciruela. Cuando la vendedora pregunta cuánto va a llevar, la mujer vuelve en sí con lágrimas es los ojos y una sensación linda, de que todo va a ir bien. Pide un cuarto, se seca las lágrimas, se arregla el pelo, se dice tonta, se ríe, se serena y pregunta cuánto es todo. Se fija si le alcanzan los billetes como descubre que le sobran algunos, pide unos chocolates para dos. Sabe que él la está esperando afuera.
Llegará a su casa cargada de emociones. Se sentirá nueva, mejor, renovada. Sentirá ganas de respirar hondamente y disfrutarlo. Se sentirá joven, porque tendrá en mira su porvenir y para eso luchará. Irá floreciendo, señora, vivaz como pétalos sedosos y coloridos. Lo vi en sus ojos, porque al secarse, nunca dejaron de brillar.
3 comentarios:
necesito q me pase algo de eso :(
J.: Tu súperpoder es provocar, con bellas historias apalabradas, reacciones suspirantes en cadena!! =D
Saludetes! Me gustó mucho.
Es hermoso, amiga. Yo también necesitaría algo de eso.
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