miércoles, abril 25, 2012


Y después escuchar, de vos en voz 
como se faltan el respeto los reyes de la noche 
(infieles a su reinado) 
pisándoles el flequillo a los cuatro jinetes 
del miserable blues submarino, 
puedo decir, mientras me tomo unos ricos mates
con hojitas de menta 
que Vero me regaló ayer, 
que descubrí, tarde, pero no demasiado que, 
el éxito nada tiene que ver con la felicidad. 


Conclusiones que he sacado luego de fumarme las palabras del postlabo. 

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