viernes, abril 27, 2012

Y un día cualquiera, decidió ser feliz. 

Dejo el negocio mientras en la cabeza me retumbaban las palabras de Pilar Sordo. Le dejó adentro una sensación difícil de describir; eso sí, era hora de cambiar el pensamiento, la actitud. De encarar la vida desde otro punto, y empezaba por hoy. Le vibraban las células, energéticas, positivas, entrópicas. 

Viernes hermoso. El alma no dejó de sonreír. 

A la vuelta- Roca de mi vida, los grosos del sur-, risas hasta las lagrimas. Alegría verdadera. 

Balazos de recuerdos risueños, acompañando. 

Había olvidado la felicidad sincera al recibir un texto de regalo.  

Hoy es feliz. Es su decisión, sin dudas y con todas las demás rondando.   

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