Hoy era tan fácil de sonreír.
Tenía la. tenía la cara de útero.
Y su sonrisa, su Munro Kerr.
Era lo único que quería,
no que le vaya bien,
sino, volver a verlo.
Y ahí lo tuvo, ¿Ven?
¿No ven al negro, sus ojos oscuros
de anguila,
su nariz
y sonrisa?
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