miércoles, abril 25, 2012

Los reales visceralistas serán simpáticos o no serán nada.

Me había levantado temprano para amargarme la mañana leyendo algo de inmuno seguro, materia que me parece asquerosísima. Así que me senté en la mesa con mi mate cocido al lado y desayuné con el enano y el ñoqui. 
En eso, el enano ve el libro rojo y enorme, novela amada (que siempre tengo a mano para salir del infierno de una escapada), y dice- ROBERTO GOMEZ BOLAÑOS... 
-El chavo-dicen a la vez, con mi viejo. 
Y el enano sigue- ¿Escribió un libro? ¿Cuando escribió un libro?
Yo lo miro incrédula y antes de abrir la boca el ñoqui ya se está riendo porque se da cuenta lo que voy a decir. 
-¡No es el chavo, pelotudo! ¿Donde dice Gomez Bolaños? ¡Que manga de idiotas!- les digo indignada y nos reimos los tres. La mañana ya estaba salvada. 

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