viernes, abril 06, 2012

Wanna be intoxicated with that special brew


En el contacto de la piel, de sus manos... en eso estaba pensando Agatha, mientras miraba de reojo el brazo de él, apoyado sobre la mesa, sin hacer nada. Porque en clase, Astor tomaba pocos apuntes; era de esos que escuchan y anotan poco. 
Y ella disimulaba, pero no lo podía evitar. Le gustaba demasiado. Porque su piel, era blanca, casi transparente. Como el papel manteca. Y en su brazo se marcaban, excitantes, sus venas azules. Pero de ese azul que calma y purifica, azul blues, notas de piano. Como las membranas de algunos anfibios. Así de hermoso. 
No pensaba demasiado. En ese momento era lo que más le gustaba de él. Después supo quizás por qué. Causa poética, Octavio Paz: "hay fuentes en el jardín de tus arterias". Y como para no enamorarse. 
Deseó ser un bichito para posarse sobre su piel, pincharla, y entrar en uno de esos vasos para caer directo en su corazón. 

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