miércoles, abril 10, 2013

Gracielas totales.

Esto de la profesión se complica. Cuando empecé me propuse llevar a cada paciente con un interrogatorio, una sonrisa sincera, de paz. Lo que resultó fue que ellos, en su dolencia, logran sacarme carcajadas que por ahí quedan un poco desubicadas. Qué le voy a hacer; la risa es visceral. Quiero ser realvisceralista.
Empezaré a buscar nuevas alternativas para pasarles energía (mi ki, mi cosmos... lo que queda de ellos). Oba insiste en que aprenda reiki. No veo la idea tan lejana.

Cuando estábamos preguntándole a G por su familia, nos contó que tenía una hija y nietas. Le preguntamos si era casada o viuda. Dijo soltera. Después hizo un gesto con la cara y agregó "Más vale no ser guampuda dos veces". 

Ojalá no sufra más, es una genial.

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