Querido diario:
Hola. Te escribo porque estoy aburrida. Estaba viendo la tele hasta que apareció a hablar una señora. Cambié de canal y en todos estaba la misma señora. Creo que la tele de la abuela ya está un poco viejita.
Hoy fui al cole. Tuvimos plástica que es la materia que más me gusta. Hice un dibujo re lindo, mis amigas me dijeron que estaba hermoso. En el recreo fui a hablar con Tomi, le pregunté si me regalaba una figurita. Y me dijo salí de acá nena. Después me pidió un poco de jugo y como le di, me regaló una que estaba toda rota. Me puse re contenta.
Luli tiene un novio desde la semana pasada. Se llama Joaquín. Dice que es re lindo. A mí me parece feo. Me mostró una carta que le regaló, tiene un corazón con las letras L y J. Siempre le manda cartas. Juani dice que es medio maraca, no sé que significa. Creo que le gusta la música. Ayer tuvieron la primera cita. Fuimos todos juntos a la plaza, yo fui corriendo a agarrar una hamaca. Juani se fue a jugar a la pelota y Luli lo fue a saludar a Joaquín. Eligieron el peor juego. Fueron trepandose por las escaleras esas de colores que no van a ningun lugar ni hacen nada, y se quedaron sentados arriba de todo, en el último escalón, mucho tiempo. Yo los miraba desde las hamacas y decía qué tontos. Parecían dos pájaros.
Cuando volvimos a casa le pregunté a Luli qué hacían ahí arriba. Me dijo que Joaquin quería estar lo más cerquita del sol. Y después jugaron a un juego aburrido que se llama amor: tenían que acercarse las caras y decir bien bajito un palabra. Si las palabras se juntaban ganaban. Joaquín dijo Luli. Y Luli dijo hola. Me parece que perdieron porque Joaquin se equivocó. No me gusta ese juego.
Chau. Soy Mili.
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