jueves, agosto 20, 2015

Julio Huasi - El mate.


el mate brilla gravemente sus ojos exilados,
me putea bajito para que no se enteren los vecinos,
volvamos, me dice, agregando a mi madre.
Mi viejo mate tucumano me odia y tiene sus razones,
no escribas oda alguna –brama- no salves tu alma,
cae en el infierno como un hombre, los tuyos
alzaron sus testículos a ambos lados del gatillo,
me hunde el rostro una y otra vez en su amargura,
bébeme con hojas del corazón de tus muertos
y llévame a la guerra, fue su maldición
antes de ultimarme con su puñalada esmeralda.
Por eso hallaron entre mis restos este tango
inútil como una bala arrojada con la mano.

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