martes, abril 13, 2010

Lunes 12-IV

Que el carbón se convierta en diamante, es un proceso espontáneo.

Por más que tarde años y que nosotros no lo veamos nunca, aunque no lo crean es un proceso espontáneo.


Y aunque no lo crean, fue lo único que me quedó de la clase de bioquimica. Además de caer en la cuenta, de que estaba perdidísima. Y que las fórmulas matemáticas me van a acribillar en el parcial.
Un intento de poesía en un aula de calculadoras.
Claro, lo de espontáneo no se entiende. Es parte del idioma de los físicos que se inventaron por alguna razón.

1 comentario:

Melina Matumoto dijo...

Jajaja, me reí mucho con tu representación mental del suceso en el ñoba! Fue prácticamente así, olores aparte.
Vos sabés todo, amiga! Si, hubo revolución pero mucha cosa loca también. La verdad es que no hay nada para contar, no sé, viste cuando te pasan esas cosas que por alguna razón te marcan pero cuando las querés explicar no hay cómo? En superficie fue una pelotudez, pero dentro de mí fue importante. No lo sabría explicar haciéndole honor. Buah, pareciera que me quiero hacer la misteriosa. Pero vos te guardás el mail? Ahora yo me guardo esto, jajaja. Chiste, chiste.
Perdón por no ir ayer! Pero iba a llegar mientras uds. dormían y los iba a despertar para estar unas horas nada más! Ojalá haya una próxima pronto.
Te quiero muchísimo, pitulín corto de mi alma!
Un abrazo fuerte