El efecto tóxico de un pedo encerrado en un auto una noche fresca produce este tipo de conversaciones:
- El tipo vino con olor a chorizo, se fue catorce horas, así que cuando llegó le dije: quedate con la nenita ahora. Bueno... ¿Y a quién van a votar?
-A Bodart y Ripoll.
-Uh sabía que ibas a decir eso, típico de vieja chota.
-Eh, yo también quería votar a la feminista. O a Pitrola.
-Te dijimos que no tenés que votar por el apellido. Voto de vieja de barrio.
- Yo no sé a quién votar.
-Estas siempre lo mismo.
-Callate ¿Y vos a quién vas a votar? A Macri seguro.
-A Macri,
-A Macri- adivinaron atrás.
-Con lo que acabas de decir me di cuenta. Era obvio que ibas a votar a Macri. Pero Macri es peronista ¿vos sos peronista? ¡sos peronista!
-Nooo... uy te vas a  bajar ya me estás hinchando las pelotas.
-Pero Macri es peronista. ¿Vos sos peronista?
-Nooooo, yo no soy nada. Un boludo que tiene que ir a votar.