Reflexiones de pandemia... día alguno.
Un hito en la existencia.
Y lo rico de las adaptaciones a las nuevas condiciones.
En la historia de la evolución natural y todo lo que describió Darwin, formaremos parte de una nueva era... o no. En el mejor de los casos.
En el peor; de aquí no habrá ninguna enseñanza y la actitud violenta y destructiva del hombre demostrará como involuciona con el paso de los años.
Al principio será el caos.
Siempre, hasta que todo va encontrando su lugar.
Al principio pensaba, pobres madres.
Si que hubo caos, hasta que todo se acomodó.
Y empezaron a salir, aquellos mensajes muy extraños...
Pidiendo aplausos y felicitaciones.
Es que hubo tanto heroe en esta historia
que faltaban que lo fueran los niños.
(yo creo que todo es consecuencia del encierro)
Y las madres orgullosas por esas criaturas
que obedecen quedarse en casa y no pedir salir a jugar
y hacen sus tareas y ayudan heroicamente las tareas del hogar.
Y comprenden esta situación y a los cinco ya saben lo que es el covid.
(Les pibes se adaptan y entienden con mayor fluidez siempre)
Mi vieja jamás me hubiese aplaudido ni llamado heroína.
Por exceso de humildad.
Es tu única obligación, me habría dicho.
Y es que la única que nació heroína fue mi vieja.
Si es que existen niños para aplaudir.
Mi vieja tenía cinco años y llevaba a cuestas a su hermana
mayor con polio
Mi vieja tenía seis años y se bancó cruzar el mundo en barco
por tres meses
Mi vieja tenía ocho años y se levantaba a las siete para levantar la persiana de la tintorería de Escalada (Es mentira. Esas persianas pesan toneladas, jamás hubiese podido)
Mi vieja tenía doce años e iba a las reuniones de escuela de sus hermanitos porque mis oji no sabían el idioma.
Mi vieja, mi vieja, mi vieja.
Yo no soy como ella,
ni a los talones, no soy humilde.
Ella es mi heroína en este mundo loco.
Es lo más increíble de esta tierra.
Aplaudo su maternidad.
y hubiese aplaudido cuando me parió...
pero sólo podía llorar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario