Me da bronca su perfección pero a la vez, realmente le admiro. Está claro que es envidia. Más que admiración, es una enfermiza adoración.
Después de escribir mi último cuento, que mi hermana corrigió, que mi papá leyó por la mitad y que Kari me afanó y seguro no leyó... me di cuenta, que mi mayor inspiración a la hora de escibir, son los grandes escritores, la justicia, lo inalcanzable y la memoria.
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