martes, mayo 17, 2016

17 de Mayo de 1977


"...Soy la fuerza del vapor, una mezcla de agua y fuego, 
yo soy semilla de sol, un enviado del cielo. 

Me desvela descubrir el corazón tras tanto velo 
Soy luz intermitente, soy pájaro que aún no vuelo..." 
Gustavo Cordera.


Volá, le hubiese dicho si hubiera podido. Pero Juan no iba a rajarse, si acá es donde él está siempre Todavía permanece, volando... no alto, siempre bajito, a la altura de la amigdala. 
Cada vez que escucho el tema del pelado, ese pedacito especialmente, no puedo pensar en otra cosa, no puedo pensar en otro. Y a veces sonrío, y a veces lloro. 
Juan Carlos Higa nació en el 47, y yo en el 89. Lo desaparecieron en el 77. Yo lo conocí en el 2011. Soy pésima para los números, pero misteriosamente esta operación macabra, hace que seamos igualmente contemporáneos. Ese día, que también conocí a la mayoría de los 17, en el centro cultural de la embajada de Japón... Renacimos. Por eso. Juan volvió a nacer en mí, desde el momento en que leí su poema y me atravesó. Después fue luz. Fuimos R, Reviví.
Es eso que dicen de la poesía; Cuando uno encuentra un tesoro querido en las letras, es que en verdad ya estaba dentro de uno. 
Yo creo que Juan ya estaba adentro mío. Pero no es literatura esto. Es literal. 
Juan es poesía. (Y la más linda). 
Si me preguntan quien es Juan, yo digo lo mismo que se puede encontrar en cualquier registro. Porque yo no lo conocí... Simplemente Lo Siento. 
De todas las boludeces que escribí hasta ahora, ésta es mi hija preferida:  http://espermadearenque.blogspot.com.ar/2011/06/poets-in-arms.html 
Es la que más quiero. Pensé que venía desde lo más profundo de mí, después creí que venía de Juan. Ahora creo que viene desde un lugar de encuentro. 

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