martes, mayo 31, 2016

El gordo pide revancha, y ahora busca mi infarto.

Arranqué la mañana escuchando Perros, los puse de fondo y empecé a estudiar un poco de nihongo sin darme cuenta que aaaaaaaaaaa hoy es martes. Y los martes está Casciari.
Cuando empezó a leer y el mundo se me detuvo. Dejé de escribir en hiragana y de tomar mi café con leche sin darme cuneta. Simplemente me apoyé la taza contra la cara para que me de calorcito inconscientemente porque el cuento ya me había atrapado. Mientras experimentaba toda serie de sentimientos, la mitad de mi café con leche se me enfrió.
Cuando lo terminó, sentí como siempre, pero un poco más intenso lo mismo que muchos de los oyentes "este gordo es un reverendo hijo de puta".
Casciari me la puso, como nunca.


http://editorialorsai.com/blog/post/n3_basdala

Dejo el link por si alguno tiene ganas de sentirse un p.

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