lunes, abril 19, 2010

Del sabado 17 a la madrugada.

La pantera sacaba la foto.
Desde el obelisco caminamos hacia el este... creo y conocí lugares nuevos. Atravesé la frontera de Puerto Madero a los 21 años... nada mal. Caminamos bastante, en realidad era apropósito, el objetivo era ver el momento crucial donde mecha dejaba uno de sus taquitos en la vereda o en algún escaloncito, pero eso no pasó.
Llegamos a Corriendo la vaca, después de pasar por varios carritos. Nos llenamos el estomago mientras moríamos de frío. Pocha sigue esperando al mozo que nos traiga los patys a la mesa.
Y descubrimos de ella, el hombre que convive en ella. Juanjo, se llama... Juanjo sé Canpanela.
Hacía mucho que no me dolía el vientre de tanto reírme.
Lo bueno de vivir en el sur (aunque a veces se piense en lo malo) es el viaje de regreso en bondi. Ese viaje laaaaaaaargo, también es parte de la salida.
Lugar estratégico, lejos de Juanjo que ronca(y duerme con la boca abierta), más lejos de Lala que vomita y necesita una ventana al lado. Cerca de Mechita que no molesta (más si está copeteada porque casi siempre es la que se queda despierta) y del Tute para reirnos del resto mientras no nos ven porque les pesan los párpados pero nos oyen porque tienen las orejas paradas.
La próxima sale el cantobar.
Los amo.

1 comentario:

akichan dijo...

perdon por no haber estado la noche de tu festejooo, hubiera deseado poder estar bien despierta para ir a tirarte las orejas...te amooo